Cap 4

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~tiempo juntos~

Lilith ya se había marchado hace 1 semana, me dejo acá, aun recuerdo cuando se fue.. No recibí ni un solo adiós, solo un "no seas un inmaduro mientras no estoy", ¿es enserio? Lo único que me dijo fue eso y se marchó, ni un maldito abrazo me dio, parecía.. Desesperada por alejarse de mi lado, estaba en mi alcoba ahora, viendo el horizonte sentado sobre mi cama, suspiro y me levante, camine hacia la puerta, no siempre debía estar como un depresivo todo por una mujer que ni me aprecia ¿verdad?, al salir lo vi, ese demonio pelirrojo pasando por los pasillos cerca a mi alcoba..

-De verdad que no te cansas de sonreír.. ¿No te duelen las mejillas?

-Oh majestad, veo que al fin salió de vuestra alcoba, y sobre la pregunta.. Ya me acostumbre, que puedo decir, nunca estas completo sin una sonrisa, ese es mi lema.

Reí levemente ante tu comentario, me apoye sobre la puerta mientras te veía con curiosidad, te acercaste lentamente a mi, ya no me incomodaba tu presencia, en el poco tiempo que pasamos juntos me acostumbre poco a poco a ti..

-Majestad, ¿no tiene hambre? Conozco una receta perfecta que se que le gustara, me la enseño mi madre, se llama.. ¡Jambalaya!

Dijiste aquello y vi un pequeño brillo en tus ojos, tal vez te emocionaba mencionar a tu madre o la receta, no lo se, suspire y te mire.

-¿Jambalaya? Suena bien.. Vamos a la cocina, suena interesante esa receta, y.. No me llames majestad, solo llamame Lucifer, ya no es necesario tanta formalidad.

Reí levemente mientras ambos nos dirigíamos a la cocina, me recoste sobre la mesa roja y te vi, comenzaste a buscar cosas en la alacena, supuse que era para que prepararas aquella receta.

Después de un rato, terminaste de cocinar y me diste un plato de ese famoso "Jambalaya", me viste con atención cuando estaba a punto de llevar un bocado a mi boca, decidí no hacerte esperar y saboree aquel bocado, estaba exquisito, algo que nunca probé, comencé a comer animado, tenía un sabor agradable.

-Nada mal Alastor, esta delicioso.

-Por supuesto Lucifer, era la receta de mi madre después de todo.

Dijiste esas palabras con cierta emoción, seguí comiendo pero ahora tu me acompañabas, era muy agradable tu presencia, mientras comía, me narrabas algunas anécdotas tuyas, te escuchaba y me divertía con tus relatos, era un tiempo muy bien invertido, me divertía a tu lado, cosa que dejé de hacerlo hace mucho con Lilith.. Me gustaba tu presencia.. Era.. Agradable.. Se sentía.. Cálido.. Un sentimiento extraño.. Algo que no sentí ni con Lilith.. Era algo nuevo que tu creaste.

Paso más tiempo, y vaya que era increíble cada pequeño momento a tu lado, era sereno y algunas veces llenos de diversión, me divertían las anécdotas, ya que yo no tenía muchas, en el cielo, estaban prohibidas varias cosas y por eso no pude divertirme ni pasar cosas interesantes como las que viviste, ahora estaba yo, corriendo por los pasillos, decidiste aceptar mi propuesta de jugar a "las escondidas" ya que vi como algunos niños lo jugaban, y yo también quería intentar, estaba escondido en un armario, tu me buscabas por todos lados, yo solo reía al ver que no atinaba y cada vez más te estresaba el no encontrarme, ventajas de mi tamaño, y decían que ser chato no tenia ventajas, ¡ja! Si no sirviera ya me hubiera encontrado.. Escuche tus pasos cerca y decidí callar.

-Majestad.. Salga donde quiera que este.. Lucifer.. Te encontrare.

Decías aquello con un tono que me hizo temblar ligeramente, quería provocarme miedo, eso se sabía fácilmente, creí estar a salvo pero cuando abrí levemente la puerta del armario, sentí mi alma salirse de mi cuerpo por un momento, estabas viendo fijamente el armario, nuestras miradas conectaron, tu reiste al ver mi cara de susto ya que no me lo espere.

-te encontré.. Lucifer..

No se como decirlo.. Pero.. Sentí algo extraño en mi pecho cuando tu mirada conecto con la mía, como si, algo dentro mío decía que eras único, nunca pude sentir eso con Lilith, esto era extraño para mi, sentí mis mejillas calentarse, sabía que era por que me ruborice, era lo más probable, tomaste mi mano y me sacaste de ahí, entrelazaste tus dedos con los míos, me llevaste hacia el balcón que daba con el salón principal, ahí mientras la brisa suave soplaba, pusiste una de tus manos en mi mejilla, te acercaste lentamente y.. Uniste tus labios con los míos, no tarde en corresponder, pusiste tus brazos alrededor de mi cintura, yo hice casi lo mismo pero en tu cuello, apegandome más a ti, no voy a mentir, para alcanzarte me tuve que poner de puntillas, pero no me importaba eso ahora.. Solo.. Me importaba ese beso, uno que hizo que mi corazón latiera rápido, un beso que hizo que todo mi ser se emocionara, todo mi ser decía.. Que tu eras mi verdadero amor.. Que tu eras el indicado.. Mi único amor...

𖤐𝓜𝓲 𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷⛤  ꧁ℝ𝕒𝕕𝕚𝕠𝔸𝕡𝕡𝕝𝕖꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora