Prólogo

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La brisa primaveral de mediados de año se presenciaba dentro del campo de equitación, el verde pasto era aplastado por las gruesas pezuñas de un majestuoso caballo azabache

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La brisa primaveral de mediados de año se presenciaba dentro del campo de equitación, el verde pasto era aplastado por las gruesas pezuñas de un majestuoso caballo azabache. En su lomo un chico de cabello rubio platinado lo montaba agarrando las riendas con firmeza, más atrás de ellos varios compañeros de equipo trataban de alcanzarlo.

El celaje del caballo corriendo por los campos mostraba la imponencia del heredero de los Park, una chaqueta se afirmaba en su delgado cuerpo mientras el pantalón de color blanco se amoldaba a sus glúteos y piernas. Jimin frunció el ceño al momento en que un caballo acorto la distancia, zarandeo las riendas ordenándole a Minnie acelerar el ritmo. Los galopes del animal subieron de intensidad y prontamente el chico tomó ventaja nuevamente.

Park Jimin, ese era el nombre del hijo mayor de los Park.

Futuro responsable de la industria agrícola más importante de Corea del sur, contaba con estudios de administración de empresas en la universidad de Seúl sumado a su posición número 1 dentro del equipo de equitación de Busan.

La postura esbelta y belleza marcada en el tierno rostro era digna de su apellido, con una personalidad firme sin dejarse doblegar por nadie solo seguía las órdenes de su madre y padre. Su vida era direccionada por el plan de vida llamado "Jiminie, nuestro niño" organizado antes de ser concebido.

La señora Park, era una mujer con carácter fuerte que acompañaba a Jimin a cada una de sus carreras. Su fe sin medida trazaba los límites, para ella su hijo era el mejor en todos los aspectos sin distinción alguna.

Con 21 años recién cumplidos, el peligris cumplía al pie de la letra las expectativas plasmadas por los mayores. Aun así, el chico se sentía una pobre y miserable marioneta manipulada en base a las opiniones de los demás. Jimin podía contar con los dedos de su mano las veces que había tomado una decisión por sí mismo.

Si él quería utilizar un estilo más juvenil como pantalones rasgados y camisetas holgadas, la respuesta de su madre era un simple no. Si quería estudiar sobre danza y artes escénicas, su queridísima madre discutía recalcando una y mil razones del por qué no debía hacerlo. El recordar cómo su vida planificada iba rumbo a ser cumplida provocaba que su estado de ánimo quisiera explotar.

En ese breve instante, la visión de Jimin se vio interceptada por un insecto que volaba por la corriente de aire, su ojo izquierdo ardió sintiendo el animal ingresar de lleno. Soltó las riendas de su caballo quedando con una sola mano al control, el chico intentó quitar la molestia del ojo rápidamente mientras afianzaba su agarre para no caerse.

Poco después de recuperar su vista con parpadeos seguidos, nuevamente el sonido del galope de un cabello ajeno se escuchó a su lado. Jimin dio una breve mirada a su costado encontrándose con la sonriente cara de Kim, bufando giro enfocando la vista a la pista.

La meta estaba a pocos metros de ellos, Jimin definitivamente no dejaría que Namjoon alias "Te voy a ganar algún día" tomará la victoria. Era una pequeña competencia, nada que los clasificara a los mundiales o definiera su posición dentro del equipo, sin embargo, Jimin no aguantaría al moreno mofándose de haberle ganado una carrera.

—Y el ganador es... ¡Park Jimin!

Pasando por la línea pintada de blanco sobre el césped, Jimin detuvo a su caballo jalando las riendas hacia atrás. Ya postrado enfrente de los estrados donde se ubicaba el público se quitó el casco de protección, más atrás de él sus compañeros llegaron uno por uno alcanzando la meta.

—Algún día te ganaré. —Kim llegó a su lado dirigiéndole una mirada determinada.

—Buena suerte, te doy ánimos —Jimin comentó alzando sus manos en un flojo hurra.

—No me subestimes, Jimin. La competencia de Otgol Village se aproxima, te ganaré.

Las palabras de Namjoon se deslizaron sobre su garganta de manera pasivo-agresiva, el moreno buscaba el podio desde hace unos años. Para él, Jimin sería su eterno rival.

—Te estoy animando, ¿De qué te quejas? —cansado por el duro entrenamiento, bajó de su caballo. Jimin solo buscaba guardar en el establo a Minnie para irse a su cama y dormir lo que restaba del día.

—Siempre me subestimas. —contraataco el moreno imitando al más bajito.

—No lo hago, eres tú que no eres capaz de ganarme una carrera.

La frente de Namjoon se arrugó molesto por las verdaderas palabras que soltaba su rival, cuando quiso seguir respondiendo a la ofensa el carraspeo del entrenador lo interrumpió. Aplano sus labios en una fina línea dejando pasar la pequeña discusión que se formaba.

—Bien, chicos. Antes de finalizar el entrenamiento quería recordarles que la competencia se acerca, es importante que clasifiquemos al equipo de Corea.

La atención de todos estaba en el entrenador, la tensión se sentía en el aire y algunos mordían sus uñas esperando la lista de personas que irían a la gran competencia.

—Solo faltan dos semanas, como saben el lugar será a las afueras de Daegu y solamente 8 personas estarán representando al equipo.

El listado de personas inició con el nombre Jimin, seguidamente el entrenador fue nombrando a los restantes. Caras largas se observaron a medida que los cupos eran ocupados por otras personas, Park tomó las riendas de Minnie decidiendo encaminarse al establo.

Para Jimin no fue sorpresa que su nombre estuviera en la lista, con la destreza y habilidad que tenía desde pequeño no faltaba en ninguna de las competencias que el equipo realizaba para clasificar. Su mente divagó un poco, no mentía que la equitación era su deporte favorito; de hecho, Minnie lo acompañaba desde los 12 años, el cuidado que tenía con el caballo era delicado y sumamente perfeccionista.

Aun así, algo faltaba en su vida... la infelicidad crecía dentro de su corazón cuando analizaba las pocas cosas que hacía porque lo deseara.

—Minnie~

Su caballo relincho en respuesta, la mano de Jimin se acercó acariciando la melena negra. Sus dedos peinaron deshaciendo los pequeños nudos que se formaron por el viento.

—Debemos ganar la competencia. Madre está emocionada y yo... —las palabras murieron en su garganta.

¿De verdad seguiría con todo ese teatro? ¿Con aquel plan estúpido que su madre creo antes de su nacimiento?

Un suspiro salió de los abultados labios, Jimin necesitaba urgentemente una ducha para no enloquecer...


Hola mochis, esta idea fue sacada de Facebook y quise escribirla porque muchas querían leerla

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Hola mochis, esta idea fue sacada de Facebook y quise escribirla porque muchas querían leerla. Iré poco a poco escribiendo la historia porque también tengo otras historias en emisión, las amo mucho y espero su apoyo. 💜

El Pueblerino y el Jinete / YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora