Park Jimin es el próximo heredero de Industrias Park, una empresa agrícola inversionista en carreras de equitación y dueña de varias granjas productoras del país. Con una vida infeliz pero amante de los caballos, el rubio asiste a la competencia nac...
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Canción recomendada: ♥️ At My Worst ♥️ de Pink Sweat
El desastre de ropa se volvía un tumulto al lado del armario de la habitación. Camisas, pantalones, medias, buzos y entre otras prendas de vestir eran lanzadas con rapidez por los brazos del peligris.
—No hay nada...
Enderezando el cuerpo, Jimin observo el gran desorden que estaba en el piso. Un poco agobiado, agarro el último de los buzos que había tirado a la montaña de ropa, se lo puso por encima y vio su reflejo en el espejo. Los grises ojos escudriñaron minuciosamente como quedaba la prenda mientras movía su cuerpo en diferentes poses.
—A mi parecer te queda bien. El azul resalta tus ojos y el color es suave, perfecto para una cita.
Con las piernas estiradas en el sofá y comiendo una manzana, Namjoon asentía al buzo que tenía Jimin en los brazos. El moreno con expresión relajada reposaba el cuerpo acostándose de medio lado en el mueble color crema.
Aunque... —frunció las cejas —No estoy seguro de la tela, parece ser calurosa.
—¿Qué haces todavía aquí? —indago Jimin, aplanando los labios.
—Te estoy ayudando —renegó señalando al peligris —No seas malagradecido, Jimin.
Mascullando entre dientes por el regaño, Jimin torció los ojos y volvió a enfocarse en su reflejo. Namjoon tenía un punto a favor, el buzo era la mejor opción para el almuerzo con Yoongi. Era sencillo y bastante bonito, muy diferente a las miles de camisetas de vestir que su madre le había obligado a empacar para la posible premiación.
—Ahora el pantalón —dijo bajando el buzo. —¿Cuándo sale el bus?
Las manos de Jimin escarbaron buscando el pantalón crema que hace minutos había desechado. Sería la perfecta combinación para el buzo que eligió, un estilo sutil para almorzar.
—Umm... nos iremos en 5 días —mordió la manzana —Según el entrenador es bueno distraernos antes de partir al complejo deportivo de Seúl. —dijo sin ánimo alguno.
—Deberías estar feliz, lograste pasar como el mejor a nivel nacional.
—No era la forma en que esperaba ganar. —dio un último mordisco a la manzana —No estoy feliz de tu accidente.
—Igualmente, debes estar orgulloso por el logro —Jimin jalo el pantalón crema. —Fracase en el nacional y está bien, acepto mi derrota.
El peligris puso las dos prendas sobre su cuerpo, observó el reflejo y asintió convencido de encontrar el conjunto ideal. Ahora solo faltaba cambiarse, retocarse e ir camino al granero.
—¿Piensas volver a correr?
Namjoon recogió las piernas y se sentó en el sofá, ahora con un ápice de seriedad en el rostro miro a Jimin. El moreno presentía que la persona que había conocido desde hace años estaba en un punto de bruma y cambio. Nunca percibió aquel brillo de calma y decisión, Jimin siempre fue receloso con sus cosas. Pocas veces llegaron a tener una conversación más allá de las expresiones de rivalidad que él decía, pero Namjoon sentía que algo había cambiado el día del accidente. No decía que fuera para mal, aún así, temía que Jimin no lograra controlar la situación.
