Park Jimin es el próximo heredero de Industrias Park, una empresa agrícola inversionista en carreras de equitación y dueña de varias granjas productoras del país. Con una vida infeliz pero amante de los caballos, el rubio asiste a la competencia nac...
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Unagallina cocoreando
Una gallina enojada
Una gallina persiguiendo a Jimin
El pasto de la villa de Otgol se caracterizaba por ser uno de los mejores cuidados a nivel de las industrias Park. Todos los cultivos se fortalecían por las tierras nutritivas del terreno, provisionando frutos jugosos y con un sabor exquisito. Por eso mismo, era concurrente encontrar a las personas tiradas en el verdoso pastizal comiendo frutas que restaban de las cosechas. Yoongi era uno de ellos, su pasatiempo favorito se componía de estar acostado mirando el bonito cielo de la tarde y deleitando el sabor dulce de las mandarinas.
Sin embargo, esa misma tarde los planes del pelinegro fueron diferentes. Con la semana transcurriendo con normalidad y pequeños encuentros con Jimin, no pudo negarse cuando los bonitos ojos le suplicaron que le mostrará el diario vivir de los omnívoros con plumas.
Por tal razón, ahora se encontraban en los gallineros de la villa. La simple aura de Jimin demostraba emoción pura, los brazos se recogían en su pecho mientras observaba cada rincón del lugar con los labios entreabiertos.
El gallinero medianamente grande estaba cercado por mallas de metal que impedían la salida de los emplumados animales. Las casas estaban al fondo construidas en un material de roble y paja en los ponederos, la estructura de madera alcanzaba el techo siendo lo suficientemente grande para arrimar 15 gallinas y gallos. Cada uno de esos detalles no pasaron desapercibidos para Jimin, nunca imagino estar pisando un gallinero debido a las restricciones de su familia.
A un lado, Yoongi no se arrepentía de haber aceptado, le encantaba ver a Jimin vistiendo su overol campesino, una camisa de rayas azules y el sombrero de paja que le había regalado hace dos días. Él, como cada día desde que comenzó a trabajar la tierra, tenía su repetitivo uniforme, una camiseta blanca que se pegaba por el sudor del día y unos pantalones desgastados que debía cambiar próximamente.
—Son unas ternuritas~ —Jimin chillo agachándose a la altura de los pollitos.
Los diminutos animales piaron acercándose. En contados segundos formaron un círculo alrededor del rubio en busca del maíz molido que guindaba en una pequeña bolsa.
Yoongi cruzo los brazos con una pequeña sonrisa —Puedes sacar maíz y darles en tu palma, bonito.
—Lo intentaré —Jimin giro mirando al pelinegro —Deséame suerte —susurro con voz alegre.
La bolsa llena de maíz molido fue retirada de su brazo mientras se acomodaba en la paja del gallinero. Jimin vacío un poquito de contenido en su palma, los maíces se acumularon en una montaña que después fue extendida a los pollitos que piaban.
—¡Yoongi! —jadeo ocasionando que las crías pegaran un saltico —¡Están comiendo!
Yoongi asintió uniéndose a un costado del rubio, agrando su sonrisa cuando sonidos emocionados salieron de los abultados labios. Las crías con plumas amarillas y ojos negros peleaban entre ellas por comer de la mano de Jimin, varios de ellos se fueron alejando cuando la cantidad de maíz disminuyo a unas cuantas migas.
