Momento

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Estaba sentado al fondo del salón, casi echado tamborileando con la pluma sobre la carpeta. La pizarra estaba llena de apuntes que él no entendía.

La solución del problema que dio el director funcionó.     ¿Por qué tenía este tipo de sentimiento?

Anoche, después de realizar lo que el director les dijo, habló con Severus. (La conversación no fue muy grata, hubo gritos).

"No te me acerques Black" esas palabras resonaban en su cabeza. 

En fin, habían acordado que no hablarían y que él no le molestaría; eso eran los puntos más importantes.

"¡Ya terminé!" dijo Remus agitando su brazo en el aire.

"Sobón", murmuró haciéndose el que copia.

"Bien, vamos a revisarlo", dijo la profesora.

Así estaban pasando los días hasta las vacaciones, Sirius en las nubes.

Se le iba la cabeza pensando en él                                                                                  ¿Qué me pasa?

Las conversaciones entre Sirius y Severus cesaron; muchos pensaban que lo de ser novios era una broma. Las interacciones se redujeron; ya no se insultaban cuando se veían ni se topaban. Si alguien un poco cercano preguntaba de su relación, solo respondía "que no porque fueran novios debían estar juntos todo el día". Así estuvieron.

El tiempo pasó volando y ya llegaron las vacaciones de Navidad.

Sirius se despidió de sus amigos; iba a pasar la Navidad con su tío Alphard, el único tío que le caía bien y era cool, no como los otros vejestorios de sus otros tíos.

La casa de el Tío Alphard estaba muy alejada de la mansión principal de los Black, incluso más alejada de la ciudad, estaba cerca de una playa.

Su tío vino a recogerle desde los andenes y se fueron a comer a un restaurante muggle. 

Cuanto había deseado que su tío fuera su padre, él también fue quemado del árbol por defenderlo.

"¿Cómo te está yendo?" preguntó su tío mientras desempacaban sus cosas en su cuarto.

"Tengo unos problemitas, pero los solucionaré", respondió Sirius.

"¿Mujeres?" interrogó su tío con una mirada traviesa.

"Algo por ahí", admitió Sirius.

"Ay, mi sobrinito es todo un galán", bromeó su tío.

"Con toda esta belleza", dijo Sirius con una de sus tipica sonrisas.

" Estoy saliendo con alguien, pero vamos a terminar", continuó Sirius.

"¿Te gusta?" preguntó su tío con interés.

"No es como  .....si .... hubiéramos querido estar juntos, solo hubo un malentendido"

"Bueno muchacho, es bueno experimentar", asintió su tío con una sonrisa comprensiva, colocando una mano en el hombro de Sirius para transmitirle apoyo emocional.

"Bueno muchacho, es bueno experimentar", asintió su tío con una sonrisa comprensiva, colocando una mano en el hombro de Sirius para transmitirle apoyo emocional

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 No sabía qué hora era, pero de la nada su cuerpo le daba la gana de levantarse. Este sentimiento ya lo había sentido cuando estaba en el cuerpo de Severus.

Cuando se despertó se encontró en un cuarto pequeño pero bien ordenado. No reconoció ese cuarto. Se echó de nuevo en la cama pero no volvió a conciliar el sueño. ¡La cama era muy dura!

Se levantó de la cama y cuando vio su mano supo de inmediato lo que acababa de pasar: ¡había cambiado de nuevo cuerpos con Severus!

¡Espera, volvió a cambiar! ¡Estaba en la casa de Severus!

Estaba en la puerta agarrando la manija de la puerta del cuarto de Severus con la cabeza calentada por todas las preguntas.

¡¡¿¿¿Cómo son los padres de Severus???!!

¡¿Cómo voy a actuar?!

Él era un Gryffindor, lo valiente era lo suyo ¿No?

Abrió la puerta bajo las escaleras y se encontró una sala humilde pero un poco familiar. Vio a una mujer en la cocina.

Ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora