La enemistad entre Sirius Black y Severus Snape era bien conocida en Hogwarts. Ambos se despreciaban mutuamente, intercambiando insultos y maldiciones en cada encuentro. Sin embargo, un día, un accidente cambió todo. En un abrir y cerrar de ojos, s...
"¿Qué le dijiste a tus amigos?", dijo Severus con su mirada penetrante clavada en Sirius.
"Bueno, dije que te amaba y todo lo demás", respondió Sirius, desviando la mirada del contrario.
"Sí, claro. Sirius Black, al que le importa lo que dirá su amiguito James, dijo que me amaba", replicó Severus con sarcasmo.
"Sí, sí, no dije eso", dijo Sirius con enojo por las palabras del contrario.
"Dime qué dijiste", exigió Severus como si estuviera dando una orden que no toleraría ser ignorada.
"Que te estaba jugando una broma", admitió Sirius con la voz baja.
"Estás flipando si piensas que voy a ser tu broma", respondió Severus con firmeza.
"Ya diré que no es una broma", declaró Sirius.
"Estaré contigo hasta después de Navidad, y diremos que fue un rompimiento mutuo", ordeno Severus.
"¿Qué más quieres, príncipe?" dijo Sirius, fastidiarle por sus ordenes.
"Obedece, perro", replicó Severus, usando un tono autoritario.
"Wolf", dijo Sirius, imitando a un perro.
Severus le miraba con esos ojos negros, una pequeña sonrisa casi invisible curvando apenas sus labios
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Sirius se despertó temprano con la intención de evitar encontrarse con sus amigos . Cuando entró al comedor, sus ojos rápidamente escanearon las mesas. Aliviado, notó que en la mesa de las serpientes se encontraba Severus, acompañado por Regulus y Barty.
Una sensación de alegría fugaz lo invadió al darse cuenta de que no tendría que soportar la presencia del oxigenado en ese momento.
Era el novio de Severus para todos no había problema si quisiera sentarse con su novio.
Con una sonrisa en los labios, Sirius decidió cambiar su rumbo y acercarse a la mesa de las serpientes.
Al llegar a la mesa, Sirius se deslizó hacia el lado de Severus y le dedicó una mirada cálida. "Buenos días", saludó.
Severus, le dirigió una mirada que podría describirse como un "vete a tu mesa" sin necesidad de palabras.
Sirius ignorando esa carita , saludó a su hermano Regulus y a Barty con una sonrisa. La dinámica en la mesa parecía cambiar de tono cuando Barty le dio los buenos días.
"Buenos días, Sirius", saludó Barty.
Si piensas hacerle daño a Severus, te mato" declaro Regulus con el cuchillo para el pan.
Sirius pensaba que se le olvido que era su hermano y no de Severus.
"No le voy hacer daño" dijo Sirius.
Sirius se sentía feliz por fin podría hablar con su hermano si que este le dijera que se esfumara.
"¿Qué es de tu vida, hermano?", preguntó Sirius, buscando reconectar con Regulus.
"Pregúntame cómo Severus se pudo fijar en ti"
"Regulus"dijo Severus.
Sirius, con una sonrisa juguetona, añadió: "Supongo que Severus simplemente no pudo resistirse a tanto encanto y elegancia en un solo paquete".
"jajaaj" se rio Barty" literal muchas chicas odian ahora Severus"
"Elegancia?", dijo Severus, alzando la ceja.
"Y bien, Sirius, ¿qué fue lo que te gustó de Severus?" dijo Barty.
Sirius pensaba en cómo le pudo caer bien ese tipo en los últimos dos días, cuando en clase solo se pasaba jugando a las tres en raya con este.
"Bueno, su cabello negro, su piel blanca y suave que invita a perderme al tacto, y sus labios rojizos........"
Sirius la había cagado.
El silencio sepulcral duró mucho tiempo.
"¡Qué hicieron en el armario?" dijo Barty.
"NADA!!!", gritaron los implicados uniformemente.
Nota: Espero lo disfruten y acepto cualquier crítica que tengan para mejorar la historia :D
