#3 Los Gima

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— Tati, ¿esto es lo que mencionaste la última vez?

— ¿Lo conseguiste?

Tati agarró la suave piel ofrecida, y se retorció sensualmente. Era fácil captar la atención de los guerreros montados y ganar su favor, excepto por Bart. Lo que ella quería era la atención de Bart, y la paciencia se estaba agotando ya que solo tipos inútiles se le acercaban constantemente.

— Después de rogarle a la Madre Mayor durante días...

— Pero, ¿Bart todavía está en entrenamiento?

— ¿Hmm? ... Probablemente.

Antes de que las palabras terminaran, Tati se fue hacia el campo de entrenamiento. Tuga miró melancólicamente su espalda.

— Deja de eso. Sabes que Tati está interesada en Bart.

Mirón golpeó el hombro de Tuga y le ofreció un consuelo aburrido, y Tuga asintió como si también lo supiera.

— Lo sé. Pero mi corazón no lo entiende.

Desde el día en que Tati llegó al clan Gima hasta ahora, Tuga ha expresado su amor constante por ella, pero nunca ha captado la atención de Tati ni una sola vez. Mirón sintió lástima por Tuga. Pero, ¿qué podía hacer si su corazón seguía yendo hacia ella?

Sin mucho más que decir, cuando estaba a punto de sugerir revisar armas para el próximo evento, el grito del líder resonó incluso fuera de la choza.

— ¡Inútil! ¿Estás diciendo que esa es tu excusa? ¿Por qué no eres bueno en nada?!

Tessa: Y.... karma

Parece que Namta está siendo reprendido por el líder otra vez

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Parece que Namta está siendo reprendido por el líder otra vez. Sabiendo que si se quedaban cerca podrían ser reprendidos también, las personas que estaban alrededor se escaparon discretamente.

— ¿Por qué sigue haciendo eso?

— Porque no pasó el entrenamiento de lucha con lanzas ayer.

No es que no lo haya pasado, ni siquiera pudo lanzar la lanza. A diferencia del líder, Namta estaba muy rezagado en todos los aspectos. Aunque es mediocre en el manejo de la espada, ni siquiera es excepcional. Por lo tanto, la insatisfacción del líder hacia Namta ha ido creciendo cada día más.

— ¿Participarás en la próxima competencia para convertirte en un guerrero directo?

— Sí. Pero, ¿una vez que me convierta en un guerrero directo, recibiré mi propia tienda de campaña de inmediato?

— Quizás. Pero al menos no viviré en la residencia comunal.

Mirando de reojo la tienda donde el líder aumentaba sus gritos, Miron y Tuga se marcharon juntos.


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