#5.3

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— Niño, no te preocupes tanto. Después de unos días de descanso, te sentirás mejor.

— Lo siento, abuela. Solo...

— Entiendo. Lo sé todo. Así que no te preocupes y descansa bien.

El cuerpo de Eugene estaba ardiendo, y cada hueso le dolía. Pasó todo el día quejándose. Haber comido solo un poco del extremo de una raíz, por temor, resultó ser una bendición. La hierba era altamente tóxica, así que la cantidad era tan pequeña que ni siquiera se notaba, pero todos los sentidos de su cuerpo se habían entumecido.

Tessa: Lo bueno que fue poquito (╯︵╰,)

El calor intenso afectó su audición y su visión se volvió borrosa

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El calor intenso afectó su audición y su visión se volvió borrosa. A veces recuperaba la conciencia, solo para perderla en un instante. Y cuando volvía a abrir los ojos, la luz dentro de la choza había cambiado. A veces, despertaba como si se hubiera desmayado y su madre o su abuela lo despertaban para darle de beber agua. Eugene pasó todo el día tumbado en lo más profundo de la choza, sin darse cuenta de cuánto tiempo había pasado.

Un zumbido resonaba en sus oídos. Sonaba como el murmullo de la gente, pero su audición embotada no le permitía identificar el sonido. Sin embargo, el zumbido continuaba sin cesar. Eugene se esforzaba por reunir sus pensamientos, luchando contra la inconsciencia, y prestaba atención al sonido.

Un sonido extraño, un sonido irregular, resonaba desde afuera de la choza.

— ¡Aaaaah...!

Tessa: 😨

El agudo grito desgarrando el aire de repente se detuvo como una mentira

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El agudo grito desgarrando el aire de repente se detuvo como una mentira. Preocupado de que algo malo hubiera ocurrido afuera, Eugene abrió los ojos con dificultad y se revolcó en la cama, pero entonces una agonía insoportable lo asaltó cuando la piel de su frente fue desgarrada por completo.

— ¿Quién diablos es este?

— Ay... duele. Suelta... déjame ir.

Arrastrado fuera de la choza por el cabello, Eugene fue arrojado al suelo con brutalidad. Sin fuerzas, yacía en el suelo, mirando a su alrededor. Cadáveres esparcidos por todas partes, tierra marrón teñida de rojo con sangre. Y su abuela.

— Abu... abuela...

A través de lágrimas, Eugene levantó los ojos empañados hacia los extraños. Hombres apenas dos veces más altos que él estaban de pie, exhalando aliento frío. Y a su alrededor, hombres con vestimenta de cuero y espadas en alto llenaban la vista borrosa de Eugene.

— Estaba tirado en un rincón de la choza, ¿qué deberíamos hacer con él?

— ¿Él es el único que queda? ¿Y dónde están las mujeres que dejamos antes?

— Taron los llevó para practicar tiro con arco. Probablemente todos estén muertos.

— ¿De veras? Bueno, llevémoslo también. Al menos podría ser útil. ¿Y las hierbas?

— Las hemos recolectado todas.

No, esto es un sueño. No puede ser real. Mi familia y mi abuela. Todos han muerto. La felicidad de Eugene, que parecía eterna, terminó de una manera tan cruel.

Tessa: ...

Tessa:

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