Capitulo 9

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LEAH


Mi día había sido una completa mierda, quería solo llegar a mi casa y tirarme a mi cama, odiaba los viernes, eran mis días menos favoritos. Empezando porque como era fin de semana el club se llenaba hasta el culo de gente, con ellos teníamos que lidiar cada jodido viernes de la semana, sin contar que los sábados eran peor, por suerte hoy salía temprano y no doblaba turno.

Otra cosa que odiaba; doblar turnos en viernes, por el simple hecho de que cualquier tío hijo de puta se quiere pasar de listo con sus alagos he insultos, luego nosotras éramos quienes teníamos que sacarlos a rastras del club junto a los de seguridad.

Tome una gran bocanada de aire mirando mi reloj de mano, aún faltaban unos cuantos minutos para salir y yo los contaba con ansias, hasta sentía que pasaba todo en camara lenta.

Pero entonces recordé, no iría a casa, tenía que ir a hablar con Joel sobre aquel jodido contrato, pero, ¿Que pasa si no voy? Estoy demasiado cansada como para desperdiciar mi tiempo en ese señor, del cual solo le conozco la gran polla, que por cierto, es tremenda cosa.

Muerdo mi mejilla inconsciente, el era como un dios griego, pero volviendo a lo otro, tenía que ir, pero no quería, o tal vez si, pero estaba demasiado cansada, solo necesitaba una gran siesta.

Por otro lado me sentía feliz, aunque decepcionada de mi misma, la deuda de nuestra casa estaba resuelta y ahora teníamos tiempo de conseguir el dinero para el siguiente mes y así no atrasarnos, aunque siendo sincera, el señor Joel me dió muchos dólares, quise devolverlos pero el hombre que me llevo el contrato me dijo que no se podía, igual al rato que lo vea trataré de devolverlo. Y si no, lo usaría para pagar el siguiente mes de renta.

Miro detalladamente cada parte del club, eran casi las 12:00 de la madrugada y no puedo creer que estos tios ya están bajo los efectos de la heroína, nunca he entendido que mierda les causa meterse esas sustancias, osea, que sienten al meterse eso, en mi opinión solo les daña el cuerpo.

Veo a Zack entrar por la puerta principal del establecimiento, junto a el dos hombres altos, se parecían a los hombres grandotes que el señor Joel traía como guardaespaldas aquella ves que me fui con el. Miro a ambos hombres detalladamente, en sus manos llevaban dos cajas de sabrá dios que mierda, los veo irse hasta la oficina de Zack y entonces desaparecen de mi vista, no le doy importancia y sigo en lo mío.

—Hoy has estado muy ojo abierto verdad mi vida —Audrey dice a mis espaldas, doy un brinco de susto, me doy la vuelta en mis talones y la miro mal.

—Imbecil, estoy aburrida, no tengo nada que hacer y pues nunca me había dado cuenta de lo divertido que es el club —bromeo mostrándole una sonrisa mas falsa que el culo operado de las viejas que llegan aqui.

—Faltan exactamente 20 minutos con 13 segundos para que te largues —anuncio mirando en su teléfono la hora, voltee los ojos y camine nuevamente a la barra, el tiempo se me pasaba tan lento.

—Tengo que ir a ver a Joel, así que mi noche va para largo —suspire acomodando unas botellas de vodka.

—Por supuesto que tú noche va para largo hermosa, capaz y te hace suya nuevamente —me guiño el ojo para después desaparecer de mi vista, ignore su comentario y seguí acomodando las botellas.

Y así pasaron los próximos 10 minutos, se habían convertido en los mas largos de mi vida. Levanto mi mirada para ver a Audrey pero la desvío a la puerta principal, ahí estaban aquellos tíos, los dos grandes tipos que llegaron junto a Zack, veo a uno de ellos acercarse a mi y mi cuerpo se paraliza, me dan miedo, mucho miedo, volteo mi mirada a Audrey quien estaba atendiendo una mesa y no podía verme.

Oscura Lujuria Where stories live. Discover now