Capitulo 13

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LEAH


La alarma sonó como de costumbre a las 5:30, esta ves no quería pararme de la cama pero tenía que hacerlo. Con toda la pereza del mundo puse un pie fuera de la cama y luego otro, entre al baño aún con los ojos cerrados, lave mi cara, luego mis dientes, me despojé de toda mi ropa y entre a la regadera. El agua estaba helada pero solo así me iba a despertar.

Tarde unos minutos enjabonando mi cuerpo y cabello, cuando termine me puse una toalla en el cabello y otra en el cuerpo, iba a salir del baño cuando me resbale de lo mojado que estaba en piso.

—¡Ah! ¡Joder!

Me queje intentando pararme, me senté en la taza del baño sobando mi brazo, dolía mucho, rápidamente mi hermana entro al baño y me vio.

—¡Leah! ¿Qué pasó? —se acercó a mi y miro mi brazo, no tenía raspones pero sentía que me lo había fracturado.

—Me caí, me duele mucho mi brazo, creo que me fracture —cerré los ojos con fuerza mientras apretaba mi brazo.

—¡Mamá! Leah se lastimó —gritó mi hermana con fuerza, me levante de la taza y salí del baño con su ayuda.

—Me tengo que cambiar, llegaré tarde al trabajo —dije haciendo una mueca, el brazo le dolía mucho.

Mi mamá entro a la habitación y me miro preocupada.

—Hija, ¿Que te pasó?

—Creo que me fracture el brazo, me caí del baño, pero necesito cambiarme mamá.

—Yo te ayudo, haber —mi hermana me ayudo a buscar mi ropa, no exageraba, de verdad me dolía.

—Gracias Maia, yo me cambio —le sonríe a medias, ella dejo mi ropa en la cama y me miro.

—¿Te duele aún? podemos ir al doctor si quieres, para que revisen tu brazo

—No, no, tengo que irme a trabajar, no puedo faltar, ¿puedes decirle a mamá si me venda el brazo?

Ella asintió y salió de la habitación. Me senté en el borde de la cama y con delicadeza y pasó lento me puse la ropa, el brazo aún me seguía doliendo y estaba cien por ciento segura que me lo había fracturado.

Cuando termine de vestirme tome mi maquillaje y comencé a maquillarme natural, como siempre lo hago, a diferencia de todos los días, hoy no me puse base, solo un poco de corrector. Termine rociándome un poco de perfume, minutos después entro mi madre con un frasco de pomada y una venda, se sentó a mi lado y tomo mi brazo con cuidado.

—Dios mío Leah, ¿como fue que te caíste —me dijo, unto la pomada en sus manos y la pasó por mi brazo, empezó a hacerme un masaje y me quejé de dolor.

—Me resbalé del baño, el piso estaba mojado... ¡Auch! mamá, duele —volví a quejarme, cerré mis ojos con fuerza intentando ignorar el dolor.

—Podemos ir al doctor para que te revisen tu brazo mi vida —siguió masajeando mi brazo con delicadeza, yo seguía sin abrir los ojos por el fuerte dolor que eso provocaba.

—No mami, me tengo que ir ya al trabajo —abrí los ojos al fin para mirarla. Ella empezó a vendar mi brazo, cuando termino me dio un beso en la frente y me dijo.

—Eres muy terca, pero está bien, cuando vengas del trabajo te volveré a hacer un masaje, y si te sigue doliendo entonces si vamos al doctor, ¿Okey?

—Está bien mami, me voy porque llegaré tarde —me levante de la cama, tome mi bolsa y le di un beso en la mejilla.

—Te amo cielo —salimos de mi habitación y en el comedor estaban Maia y mi padre, me despedí de ellos con un beso en la mejilla.

Oscura Lujuria Where stories live. Discover now