Capitulo 21

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JOEL



La primera luz del amanecer se filtró suavemente a través de las cortinas de mi habitación, iluminando el espacio con un brillo dorado. Voltee a mi lado y vi el rostro de esa mujer con la cual había pasado la noche, ella acurrucada a mi pecho, su rostro aún dormida era una obra de arte. La noche había sido un torbellino de emociones y pasión, y ahora en la tranquilidad de la mañana todo parecía claro y sereno.

Desperté primero yo, mis ojos no dejaban de mirar el hermoso rostro de Leah, la miro durante un largo momento, capturando cada detalle de su expresión tranquila. Había algo en ella, una mezcla de fortaleza y vulnerabilidad que me conmovía profundamente. Y aunque tratara de negarlo, nunca había imaginado que alguien llegara a despertar tales sentimientos en mi.

No podía seguir negándome a esto, yo me había enamorado profundamente de ella, estaba completamente obsesionado con su rostro, su belleza, su cuerpo, ella me encantaba. Pero sabía muy bien que ella podía ser mi punto débil, traté de que no pasara, me convencí a mi mismo de mí enamorarme, me juré que solo iba a acostarme con ella sin involucrar los sentimientos, traté de hacer todo para que solo me gustara y nada más.

Pero desde que la vi ella llamó mi atención, no estaba enamorado, solo me gustaba. Pero ahora no podía negarlo más, estaba perdidamente enamorado de ella.

Con cuidado me deslizo fuera de la cama, asegurándome de no despertarla. Me puse una bata de ceda y camino hacia la ventana, abriendo ligeramente las cortinas para dejar entrar más luz. La vista de mi habitación, con los jardines de la mansión extendiéndose hacia horizonte, me dio un poco de paz.

Mis pensamientos volvieron a la noche anterior, reviviendo cada momento con Leah, la conexión que habíamos compartido era innegable, pero también sabía que no le podía ofrecer una relación, mi mundo estaba lleno de riesgo y peligro. Y yo en estos momentos no podía permitirme debilidades, no en mi mundo, y sin embargo, me sentía atraído por ella, de una forma que no podía controlar.

Mientras observaba el amanecer, reflexione sobre mi vida y mis elecciones. Había construido un imperio con sangre y astucia, y cualquier distracción podía ser fatal. Pero Leah no era una distracción, era una mujer que había desafiado mi mundo, y de alguna manera, había encontrado un lugar en mi podrido corazón.

Volví hacia la cama y la miré nuevamente, sintiendo una mezcla de protección y deseo, sabía que debía ser cauteloso, pero también sentía una necesidad urgente de tenerla cerca. La mañana avanzaba, y con ella la realidad de la situación se hacía más clara.

Leah comenzó a despertar, parpadeando lentamente, abrió los ojos encontrándose con los míos, al verme parado frente a la ventana me sonrió suavemente, recordando la noche que habíamos compartido.

—Buenos días —me dijo con voz aún adormilada.

—Buenos días, ¿Dormiste bien? —le pregunté con una sonrisa.

Ella asintió.

—Si, si, mejor de lo que esperaba.

Regrese a la cama y me senté a su lado, tomando su mano entre las mis. La calidez de su contacto era reconfortante, un recordatorio de la conexión que ambos compartíamos.

—Leah, la noche de ayer fue especial para mi. Pero quiero que sepas que este mundo en el que vivo es complicado —dije mirándola fijamente a los ojos.

—Lo sé Joel, se que tú mundo es difícil, ni siquiera lo entiendo aún. Se que mi vida está en riesgo, pero nada compara la noche que pasamos —dijo sin despegar su mirada de la mía.

—No me arrepiento de nada de lo que pasó, me gusto compartir contigo, dormir a tu lado, me hizo descansar en calma. Pero sabes que debemos continuar como antes, ¿Verdad? —dije con firmeza.

Oscura Lujuria Where stories live. Discover now