Capítulo 2

41 3 0
                                    

Me desperté, respiraba con dificultad. Me dispuse a levantarme pero... Mis piernas estaban inmovilizadas, también mis brazos. Estaba oscuro, no sabía dónde estaba.

Lágrimas empezaron a correr por mi rostro, solo pensaba en que ese sería quizá mi último día.

—Eh, pero si la Bella Durmiente ha despertado. —dijo la misma voz arrogante que había escuchado con anterioridad.

Se acercó a mí, deslizó su mano por mi mejilla limpiando mis lágrimas. Pero instintivamente alejé mi rostro.

— ¿Qué quieres? ¿Dónde estoy? —pregunté con voz temblorosa.

—Uhm... Yo decidiré cuando responder la segunda pregunta. Estás aquí porque yo quiero. —dijo sonriendo. Era una sonrisa bonita, lastimosamente de un secuestrador.

— ¡Esa no es una puta respuesta hijo de perra, desátame! —le grité, estaba enojada, no había tiempo para lamentos.

Lo único que recibí fue una bofetada.

—Tendremos que enseñarte a ser menos grosera —dijo. —Mi nombre es Dan. ¿El tuyo? Jackeline Herondale, 16 años. —me dijo con arrogancia.

Yo no dije nada. No diría nada.

Se abrió una puerta, entró un chico mayor. Dan se veía de 17. Aquel de unos 19.

—Dan, déjame a solas con ella. —dijo.

Dan solo asintió y se marchó.

—Hola Jack, mi nombre es Arnold—dijo sonriendo-. Lamento esto.

Me desató las manos y pies, sentí la necesidad de echarme a correr, pero era un cuarto sin salida, solo una puerta, sin ventanas, nada de muebles, solo una columna a la que había estado amarrada.

— ¿Qué mie...?—me detuve, no quería otra bofetada. — ¿Qué hago aquí?

—Eso aún no te lo podemos decir, pero pronto lo sabrás. ¿Tienes hambre? —preguntó con una mirada seria.

No respondí. No lo haría.

Él solo asintió y se fue.

No quería estar aquí, me quería ir, por primera vez quería que mis padres estuvieran aquí. Quería ir de compras con Yareth. Quería ir al baile con Jake. Empecé a sollozar, que pronto se convirtió en un llanto imparable, gemía, gritaba, golpeaba la pared, la puerta. Hasta que me rendí y me quede tirada en el suelo, cantando, tranquilizándome por mí misma.

REALITY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora