🧨Desafío Infernal🧨

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Cuando escuchaste el nombre de Valentino, empezaste a prestar atención a lo que Angel decía, aunque no entendías por qué te decía estúpida, cosa que te enojó. Estuviste a punto de gritarle, pero nuevamente tuviste que controlarte por el maldito plan de Vox.

-"Valentino?" - Preguntaste con cierto enojo.

-"Sí, él es... Ugh, mi jefe..." Dijo Angel con repudio.

-"¿Tanto lo odias?"

Husk le dio el whisky a Angel y este lo agarro.

-"No sé si odiarlo sea la palabra." - Angel se puso a pensar. - "Olvídalo, sí, lo odio." - Empezó a tomar un poco del whisky.

-"¿Por qué?" Preguntaste sin entender, tú no sabías las cosas que hacía Valentino, lo veías como la mejor persona.

-"Él es una mierda, una jodida mierda andante."

-"Él no es tan malo." - Ese comentario se te había escapado sin querer, rápidamente te callaste.

-"Disculpa, ¿lo conoces?" - Angel preguntó con cierta confusión.

-"N-No... No lo conozco... Digo... He charlado algunas veces con él en bares... pero parece amable..."

-"No sabes nada de Valentino, corazón. Él es la peor persona que he conocido."

Tú te quedaste en silencio, tragándote tus palabras mientras escuchabas a Angel. - "Supongo que las apariencias engañan, ¿no?" - Dijiste con una risa forzada.

-"Supongo." - Angel dio otro sorbo al whisky.

-"O-Oye Husk... ¿Me puedes dar un Mojito?" - Sentiste un poco incómoda la conversación y decidiste relajarte con un poco de licor.

-"No sabía que tomaras..." - Comentó Husk antes de empezar a preparar el Mojito.

-"Apenas me conoces, no sabes nada."

Husk te dio el mojito y empezaste a tomar, veías cómo Angel coqueteaba con Husk y Husk solo se molestaba. Era algo muy gracioso de ver; te reías algunas veces y Husk se enojaba. Luego de una noche tan larga y algo divertida, te fuiste a tu habitación a descansar.
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Los días pasaron y seguías intentando sacar algún tipo de información, pero para tu mala suerte, Alastor era muy reservado, lo que molestó mucho a Vox. La mayoría del tiempo te la pasabas en el vestíbulo, viendo a los demás hacer cosas y solo haciendo presencia. Te diste cuenta de que Alastor ni siquiera pasaba mucho tiempo en el hotel, lo que te enojó mucho y te frustró.

Algunas noches, cuando estabas en tu habitación, hablabas con Vox y se podía notar su molestia a medida que pasaban las noches. Luego hablabas con Valentino, lo cual te hacía sentir mejor.

Una noche estabas preparándote para dormir cuando recibiste una llamada de Vox como de costumbre. Tú, de mala gana, respondiste.

-"¿Ya has sabido algo?" - Vox ni siquiera se molestó en saludar o preocuparse cómo estabas.

"N-No..." - Respondiste nerviosa.

"Ugh, maldición T/N!" - Gritó enojado.

Tú te mantuviste callada.

-"¡Ya han pasado semanas! ¡Y no has conseguido ni una mierda!"

-"S-Sé de alguien que puede tener información" - Dijiste intentando calmarlo.

"Sabes de alguien pero no has podido sacarle información. ¿Acaso eres tan inútil?" - Vox ya no podía controlar su enojo.

Al escuchar esas palabras, te sentiste herida, ya que él nunca te había hablado así.

-"¿Cómo no eres capaz de hacer algo tan simple!? ¡Eres hasta más inútil que Sir Pentious!"

-"Sir Pentious?" Preguntaste confundida.

-"Sí, Sir Pentious, ni siquiera sé por qué pensé que serías capaz de hacer algo, maldita estúpida."

Vox colgó la llamada y solo empezaste a llorar en la cama. En este momento, deseabas ni haber aceptado venir. Seguiste llorando hasta que te quedaste dormida.

Al día siguiente, te levantaste tarde. Realmente te dio igual a este punto. Tú te bañaste y alistaste, después bajaste hasta el primer piso. Miraste que, sorprendentemente, todos estaban juntos. Te quedaste confundida sin saber por qué todos estaban reunidos.

Bajaste y miraste a todos y te diste cuenta de que estaba Lucifer en el hotel. Ahí entendiste por qué todos estaban ahí.

Te acercaste y saludaste a Husk, con quien estabas más familiarizada. De igual manera, Husk te saludó y te sentaste en una silla. Miraste a Alastor, quien también estaba ahí. Sentiste una tensión entre Alastor y Lucifer.

Alastor estaba tratando muy cariñosamente a Charlie, como si fuera su propia hija, mientras Lucifer intentaba mantenerlo alejado de ella. Tú solo mirabas de lejos cómo Alastor trataba a Charlie, cosa que te lastimaba. Ya tenías suficiente con lo que te dijo Vox ayer y ahora esto. Te levantaste de la silla y saliste del hotel sin que nadie se diera cuenta, nadie excepto Alastor.

Fuiste caminando por las calles sangrientas del infierno, estabas llorando. Empezabas a pensar en algunas palabras hirientes que te había dicho Alastor cuando eras una niña y luego lo que te dijo Vox. Ibas caminando cuando te encontraste con un arma en el suelo, pero no era cualquier tipo de arma; te diste cuenta de que era un armamento angelical.

Agarraste aquella arma, mientras la mirabas asombrada. Te quedaste pensando en qué hacía aquí esa arma cuando un pensamiento cruzó tu mente.

"Valentino me contó sobre estas armas... Puedes matar a cualquier demonio sin importar qué rango sean" - Pensaste mientras mirabas el arma que tenías en tus manos.

Recordaste las cosas que Vox te dijo y la manera en que Alastor trataba a Charlie.

-"A la mierda con tu maldito plan, Vox. Ahora haré estas cosas a mi manera." - Dijiste con mucho enojo

❥ 𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒂 𝒉𝒊𝒋𝒂  / Alastor y Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora