Elizabeth había llegado temprano a la cabaña de Percy, estaba emocionada por su primera misión, apenas había podido dormir. Ayudó a Percy a empacar cosas, platicaron, nada interesante.
Un buen rato después, Luke llegó.
-¿Cuánto dinero les dieron? -dijo Luke, tenía una caja en manos.
-Uhm.. Doscientos en efectivo y una bolsa de esto. -Percy le mostró a Luke una bolsa con monedas. -Son monedas canadienses.. Creo, o para jugar, no sé.
-No, Percy. Estos son Dracmas, son para criaturas míticas. Tal vez lo necesitaremos. -dijo Lizz.
-Es para ti. -dijo Luke dándole la caja.
Percy abrió la caja y sacó unas zapatillas rojas. -Están... Interesantes. -dijo Percy, como si le disgustara el regalo.
Luke dejó escapar una pequeña risa y tomó una de las zapatillas, se la llevó cerca de la boca y recitó las siguientes palabras. -Maia.
De pronto, un ala salió desde adentro de la zapatilla, comenzó a moverse fuertemente.
-Sí son interesantes. -alabó Percy asombrado.
-¿Acaso te olvidas quién es tu mejor amiga? Sin ofender, Percy. -dijo Lizz, indignada por que no había un obsequio para ella. Percy negó con la cabeza, indicando que no se ofendía.
-Celosa. -Lizz le sacaba la lengua a Luke. -Es un regalo. De mi padre. Maia. -Al pronunciar otra vez las palabras, el ala que tenía se metió hacia adentro y volvió a ser una simple zapatilla.
Lizz sabía todo sobre Hermes, Luke le había contado poco tiempo después de volverse mejores amigos, él le confiaba todo.
-Pensé en elegirte a ti antes de elegir a Grover. -dijo Percy.
-Oye, Grover es mucho mas fuerte de lo que piensan. -dijo Luke.
-Grosero. -le dijo Elizabeth a Percy, defendiendo a su amigo sátiro.
-Tenía miedo. Podría rescatar a mi mamá de Hades, no dejaré que nada lo impida. Y.. me temo que si se interpone en la misión Annabeth lo intentará y él me dijo que siempre iba a apoyarla y..
-Está bien. En serio yo.. lo entiendo. Cuídense mucho entre todos. -dijo Luke. -Trata de que no se pierda, suele perderse en lugares grandes. -susurró Luke, burlándose de la altura de su amiga.
-Puedo escucharte, maldito poste de luz. -habló Lizz, ocasionando la risa de ambos chicos.
Luke se levantó y fue hasta Lizz. Hicieron una especie de saludo personal que tenían entre ellos.
-Suerte. Te veo a la vuelta, no te metas en problemas y trata de volver en una sola pieza. -dijo Luke, bromeando.
-Ja, ja. Sí, muy gracioso. -respondió Lizz, sarcásticamente.
Luke finalmente se fue y dejó a los enamorados a solas.
-¿Realmente son tan amigos? -preguntó Percy. No podía disimularlo, tenía un poco de celos.
-Así es. -dijo Elizabeth, sin notar con la intención que Percy preguntó. -Somos amigos desde que tengo como diez años, fue mi primer amigo aquí. -Lizz tomó su mochila.
-¿Pero son amigos? ¿O son.. -Percy esperaba que entendiera mejor.
-¿A qué te refieres? -decía la rubia, confundida.
-Si se gustan. -dijo Percy, de manera muy directa.
Lizz soltó una carcajada. -¡¿Qué?! Por supuesto que no. Nunca vería así a Luke, es como mi hermano. -Percy se alivió al escuchar lo último. -Luke no es para nada mi tipo.
