Al entrar a la cafetería, se podía escuchar desde la puerta la extravagante risa de Ares.
-Sí, creo que ya llegamos.-dijo Percy.
Annabeth, Percy y Grover se sentaron frente a Ares, mientras que Elizabeth tuvo que sentarse a su lado.
Ares estaba con un celular en la mano. -Denme un segundo, voy a empezar una pelea en Twitter. Nada me hace feliz mas que una clásica pelea para ver arder a todos. Okey, listo. Su misión va a fracasar, pregúntenme como sé.
-No va a fracasar. -dijo Percy.
-Claro que sí. Para empezar..
Ares le mostró a Percy un video de su padrastro, en el que decía que Percy era problemático y violento y que si alguien tenía la culpa de lo que le había sucedido a Sally y a su auto (que por cierto se notaba que estaba mas preocupado por eso que por su esposa), era culpa del chico.
-El FBI ya está difundiendo tu foto. -dijo Ares.
-Voy a matarlo. -dijo Percy enfurecido.
-Sabía que me caerías bien. -dijo Ares sonriendo. -La probabilidad de que ustedes cuatro tontos, caminen a Los Ángeles sin ser arrestados, son menos que cero.
-¿Y por qué estás aquí? Si deberías estar buscando el Rayo Maestro ¿No deberías ir a buscarlo?-dijo Annabeth.
-No hay temor en ti ¿O sí? -señaló Ares. Annabeth negó con la cabeza. -No importa, aunque el Rayo sea recuperado o no, Zeus tendrá una guerra con Poseidón.
Todos lo miraron confundidos.
-No, el Oráculo dijo que si regresábamos el Rayo no habría guerra. -dijo Percy.
-¿Eso fue lo que dijo? ¿O fue lo que Quirón quiso interpretar? Sí, eres nuevo en la familia, jovencito, así que te pondré al día de como funciona. Verás, años antes a que yo naciera, mi abuelo, Cronos, se tragó a mis tías y tíos, sí. Luego papá lo obligó a vomitarlos, después lo despedazó en un millones de piezas y lo lanzó a un abismo sin fondo, eso marcó las pautas. Los Dioses pelean, se traicionan, se apuñalan, empujamos por una escalera quien sea para adelantarnos. Y por eso es que amo a mi familia tanto como la amo.
"Está completamente chiflado" pensó Lizz.
-Papá sabe que no va a recuperar el Rayo con misiones ni cacerías, sabe que una guerra se avecina y en realidad, creo que le parece bien. Creo que él siente que es momento de una guerra, así que tendremos una guerra. -Ares fingía llorar emocionado. -¿No te encanta?
Lizz frunció el ceño.
-Completaremos la misión, evitaremos esta guerra, la ayuda que ofreciste ¿Si lo harás? -preguntó Percy.
-Okey. Sucede esto, hay un parque de diversiones adelante, dejé mi escudo allá, si me traen mi escudo de vuelta, haré que lleguen al Inframundo para mañana en la tarde con un plan para evadir el palacio de Hades.
-¿Dejaste el escudo? ¿Se te olvidó en el carrusel? -dijo Annabeth, haciendo referencia a la historia de Ares con Afrodita.
-Okey, la actitud fue graciosa por un minuto, pero me está cansando. -dijo Ares, Annabeth levantó la ceja, sin miedo alguno.
-¿Tenemos un trato o tendré que matarlos para que pueda desayunar en paz? -dijo Ares enfurecido.
-Okey. -respondió Percy, algo asustado.
-Bien. Un detalle, necesito recuperar ese escudo, así que estos dos se quedan como garantía para que no escapen, tórtolos. -Ares apuntó a Annabeth y a Grover. Y hasta el propio Dios de la Guerra sospechaba la cercanía de los hijos de Poseidón y Apolo.