-¡Te reto a un combate! -exclamó Percy, apuntando con su espada a Ares.
-¡¿Qué?! -dijeron los otros tres del grupo.
-Uno a uno, pero yo digo los términos. Si yo doy el primer golpe, me quedo con el Rayo y entregas el Yelmo.
-Percy, no. -dijo Lizz.
-¿Confías en mí? -Percy la miró a los ojos, esperando su respuesta.
Lizz sí confiaba en él, pero estaba asustada por lo que Ares podría hacerle.
-Confío en ti. -respondió Lizz de todos modos.
Ares comenzó a reírse a carcajadas. -Deberías hacerle caso a tu novia.
Annabeth y Grover trataron de no reír, no era el momento.
-¿Aceptas? -le preguntó Percy a Ares.
-Pues va a ser tu funeral, niño. Pero para ser claro, sin funeral. Un rastro tuyo deja un rastro de mi plan y eso no lo permitiré. -dijo Ares, ahora con un tono mas serio.
-No fue totalmente tu plan, fue de Cronos. Fue su idea culpar a Percy y robar el Yelmo y el Rayo para iniciar una guerra. -dijo Lizz.
-¿Así fue como se acercó a ti? ¿En tus sueños? -dijo Percy, acercándose a Ares.
-Los Dioses no sueñan, pequeño, ¡Y nadie le dice al Dios de la Guerra como iniciar una pelea! Después de que mueras, saluda a tu mami de mi parte.
Percy se enfureció totalmente al escuchar eso.
Ares atacó primero pero Percy logró esquivarlo. Percy trataba de conseguir frenar cada uno de sus ataques, pero Ares era muy fuerte. Lo empujó y lo levantó hacía arriba, luego lo estampó contra el suelo. Le dio una patada que lo mandó mas lejos y lo debilitaba cada vez mas.
Ares se acercó para darle el ataque final, pero antes de que la espada tocara a Percy, Lizz lanzó una de sus flechas hacía Ares, pero el Dios de la Guerra sintió que venía y logró esquivarla a tiempo, solo le dejó un pequeño corte en la mano.
-Tienes potencial. -dijo Ares, riendo. Luego tornó su cara seria, lo que produjo un gran terror en Lizz. -Pero no lo suficiente.
Ares la levantó del cuello a Lizz, dejándola sin aire, Lizz pataleaba, le daba golpes intentando que la soltara, pero era imposible. Antes de que Lizz quedara completamente ahogada por la fuerza de Ares, la lanzó por el aire. La rubia cayó fuerte contra la arena y trataba de recuperar su respiración. Estaba aturdida y con la vista perdida.
-Te lo advertí... -oyó Lizz viniendo de Percy, vio que se estaba levantando. -Si no tienes cuidado, te mostraré... Quien soy yo.
Una ola enorme se formó tras Percy y cayó toda en Ares, arrastrándolo y empapándolo completamente. Salió corriendo para terminar con Ares. Percy logró esquivar el ataque de Ares y cortó su pierna.
Grover y Annabeth lo miraban asombrados, pero Lizz lo miraba orgullosa.
Percy salió corriendo hasta Lizz y la ayudó a levantarse. -¿Estás bien?
-Sí, tranquilo. Un poco adolorida. -dijo Lizz algo afónica. Percy la ayudó a ir hacía los chicos.
-¿Están bien? ¿Están heridos? -preguntó Grover.
Ares comenzó a aplaudir. -¡Vivan los tórtolos, sí! Eso estuvo muy cool. -Ares se levantó con dificultad, Percy se puso adelante de Lizz para protegerla. -¿Quieres saber lo que ganaste? Un enemigo, de por vida. Felicidades.
Ares comenzó a transformarse en su verdadera forma.
-¡No vean su verdadera forma! -dijo Grover, todos miraron hacía atrás. Ares se había ido y el yelmo de Hades estaba en su lugar.