22. Japón... el inicio de todo

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Dos días después...

Kobe, Japón

—¿Por qué eligió primero hablar con el vecino que elegí como testigo?— consultó el Sr. Park extrañado.

—Porque él no me mentirá, o eso espero— aseguró la Sra. Yejin. —Dile que pase—.

El Sr. Park salió de la oficina y acto seguido ingresó un hombre de unos cincuenta años.

—Buen día Señora— saludó y se acercó al escritorio.

—Tome asiento—.

Ambos se sentaron.

—Me imagino que el Señor Park le comentó sobre la información que preciso— miró atenta la reacción del hombre mayor.

—Así es, contaré solo lo que sé—.

—Empiece—.

—Conozco a la familia Ito desde que llegaron al edificio con su hija que aún era una bebé— comenzó a contar. —Los primeros ocho años parecían una familia feliz y tranquila, pero eso cambió desde que el padre de Mina perdió su empleo y se refugió en el alcohol, y a su esposa no le quedó otra opción que internarlo en un Centro de rehabilitación. Mina a su corta edad ayudaba a vender a su madre, era una niña que en vez de estar vendiendo con su madre por las calles, tendría que estar jugando en algún parque— se detuvo cuando notó que la Sra. Yejin comenzó a llorar.

—Ignóreme y continúe— sacó un pañuelo y limpió sus lágrimas—.

—Ellas sobrevivieron vendiendo en la calle y con trabajos casuales que se les presentaban por cuatro años, su madre había conseguido un empleo de tiempo completo que les alcanzaba para lo básico. Este trabajo consumió tanto a la madre de Mina, que cambió de carácter poco a poco, a menudo oía gritos como "Eres un error", "Ni siquiera eres mi hija", "Eres una inútil", en una ocasión incluso escuché golpes— hizo una pausa y suspiró. —Cuando Mina cumplió quince años, su padre regresó, parecía recuperado, pero eso no duró ni cinco meses, porque... — se detuvo.

—¿Qué pasó? Continúe—.

—No sé si sea prudente contarle esta parte de la historia— bajó la mirada mostrando incomodidad y desconfianza.

—Le reitero que yo solo busco el bien de Mina, puede confiar en mí—.

—El padre de Mina llevaba desconocidos a beber a su departamento, su esposa no decía nada, hasta que en una ocasión escuché a Mina pedir ayuda, gritaba desesperada— suspiró. —Sin pensarlo derribé la puerta principal y entré corriendo para ayudarla, cuando llegué me encontré a un hombre mayor sobre Mina, y a un lado estaban sus padres dormidos totalmente ahogados en alcohol. Ese hombre intentaba aprovecharse de Mina, y lo habría conseguido si no llegaba a tiempo. Llamé a la policía explicando todo, y se llevaron al hombre, también se llevaron al padre de Mina, regresó al Centro de rehabilitación—.

—Mi niña— comenzó a llorar con más intensidad.

—Después de ese hecho creí que la relación madre e hija mejoraría, pero eso no sucedió, a menudo escuchaba gritos. Fue así hasta que Mina cumplió sus dieciocho años y desapareció. No la volví a ver, y su madre tampoco hizo nada para buscarla—.

Después de escuchar al testigo, la Sra. Yejin salió inmediatamente de su oficina y se dirigió al estacionamiento.

—Señor Park, vamos a ver a la falsa madre de mi hija—.

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⏰ Última actualización: Feb 28 ⏰

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