𝑴𝒚 𝒅𝒆𝒂𝒓 𝒍𝒂𝒅𝒚 [Billy The Kid]

X "Experiencias"

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Florence acomodaba todas sus cosas en un nuevo orden, Bronwyn estaba en su diván mientras parecía escribir una interminable biblia, desde hacía ya un par de días pasados que fue a ver a su amante, la jovencita no dejaba de escribir y escribir con su perfecta ortografía y limpia caligrafía.

—¿Son diamantes y perlas de verdad? —preguntó Carmen al ver un par de vestidos de gala de Florence.

—Si, estás son perlas —dijo tomando el vestido blanco entre sus manos—. Esos son rubíes y esos zafiros.

—¿Y no les costaron un montón de dinero? Los diamantes no son baratos.

—En Inglaterra no es tan carisimo si es que conoces a la gente, depende tu estatus dependerá el precio —le respondió Florence amablemente—. ¿Te gusta algún vestido? Puedes quedarte el que quieras.

—Pues si están bien bonitos pero no me van a quedar, es que usted es bien flaquita y yo no tanto y si Cristina me viera me regañaría por aceptarlo.

—Entonces te regalaré algún accesorio —Florence abrió uno de sus joyeros y al abrirlo se acercó a Carmen—. No se tiene que enojar Cristina, yo te lo estoy dando como un lindo detalle porque nos defendiste a mi hermana y a mi.

Carmen le sonrió tiernamente a Florence, la morena vio a detalle los bonitos collares, aretes, pulseras y anillos, de solo tocarlos se sentía afortunada. La muchacha optó por una delicada gargantilla que pensó era de plata pues tenía color plateado y un pequeño dije con una piedra roja.

—¿Es plata?

—Es oro blanco —dijo Bronwyn.

—¿El oro tiene diferentes colores?

—Que yo sepa solo dorado y blanco —Florence le sonrió.

—No pues ustedes si tienen cosas bien bonitas.

Florence le dió otra suave sonrisa, ambas siguieron revisando vestidos, los acomodaban perfectamente para guardarlos nuevamente en el armario; Bronwyn seguía en lo suyo y su aferro a escribir tanto llamo la atención de Florence. El hombre de Carmen se escuchó, la niña salió corriendo para atender los gritos de su hermana.