XIII "Compromiso"

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—Al fin llegaste, necesitaba que estuvieras aquí, la noche será importante.

Dulcinea le sonreía a Cristina al verla entrar en su habitación, al menos en el rancho de los del Tobosco tanto Cristina como Carmen tenían entrada y salida libre como si fueran parte de la familia.

—Quería hablar contigo —Cristina dijo.

—Adelante —le respondió Dulcinea mientras se estaba cepillando el cabello con delicadeza.

—Es sobre el señor Anthony.

—¿Qué pasa con el? —Dulcinea se giró de inmediato para verla—. ¿Está bien? ¿Se lastimo? ¿No podrá venir está noche? Habla ya.

—¿Tan siquiera te importa de verdad y te gusta o solo es una forma de remediar tu pequeña vergüenza y deshonra con ese infame de Billy?

—No hay ninguna deshonra, Billy nunca me faltó al respeto y solo fue un desafortunado romance en tiempo incorrecto para ambos —Dulcinea la miró—. Y no eres nada ni nadie para hablarme así.

—Nos conocemos de toda la vida Dulcinea, dejémonos de hipocresías, solo te gusta ser el centro de atención y pasar por encima de todo y todos con tu bonito pie sin tener límites ni pensar en como afectas a los demás.

—¿Es por qué aún no tienes un pretendiente? —preguntó Dulcinea sin malicia alguna—. Tu eres hermosa y verás que llegará el indicado... No... Déjame adivinar, ¿Algún problema? ¿Viste a Lilibeth o algo así? Ya ves, regresaron otra vez, nunca puede haber paz.

—Yo lo amo... —confesó Cristina—. Amo mi señor Anthony desde el primer día que lo ví, por eso me fui de aquí a servirle, porque quería estar cerca de el y conocerlo y ahora solo llegas tu con tu padre de repente y cambian absolutamente todo.

—Debes estar bromeando —Dulcinea no quería ni pelear, no había porque.

—¿Para qué querrías a un gran hombre cómo el cuando estuviste incluso segura a escaparte con alguien tan vil y repugnante cómo Billy?

𝑴𝒚 𝒅𝒆𝒂𝒓 𝒍𝒂𝒅𝒚 [Billy The Kid]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora