Florence se preparó toda su vida para entrar en la alta sociedad de Inglaterra y conseguir un título de nobleza por medio del matrimonio.
Todos sus sueños y planes se vienen abajo con la muerte de su padre y los líos en los que dejó metida a su fam...
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Florence Redvers, la segunda hija del matrimonio de sus padres y la hermana de enmedio, una joven tan bonita, educada, inteligente y preparada. Solo que no estaba preparada para cualquier cosa sino preparada para una vida que le fue pensada y marcada desde que nació; hija de un vizconde y una baronesa de Inglaterra, el dinero, la seda, la porcelana, el oro y el té y el perfume nunca fueron algo que le faltará a la joven.
Era su momento, cumplió 18 años y con el permiso de su padre finalmente podría casarse si alguien pedía su mano pero ella quería ir por algo más grande que un simple vizconde o conde, un marqués, un duque, un archiduque, un principe incluso, encajar en la realeza no sería problema o al menos eso pensaba ella.
Florence se miraba en el espejo, usaba un elegante vestido blanco y sus mejores joyas, era su temporada, como flor en primavera para buscar un marido adecuado; era hermosa, era inteligente y todo lo que un hombre de la alta sociedad buscaba en una esposa, aunque no pasaba de ser una Lady simple por no ser la mayor y por ser mujer, no podía ostentar heredar el título de su padre.
—Te he dicho que debes tocar antes de entrar Bronwyn —dijo Florence mientras se retocaba un poco de polvos en la cara.
—Anthony dice que no hay baile.
—¿No hay baile? ¿Estás diciendo qué no iremos?
—Llego uno de los socios y contadores de papá, están en su oficina desde hace dos horas y oh no te has percatado de nada porque te has encerrado aquí para arreglarte por horas —la joven se sentó en una silla con su libro en mano.
—Cuando llegues a mi edad lo entenderás.
—¿En dos años? —la menor elevó una ceja—. No es como que seas una abuela Florence, solo estás en la edad que papá eligió para casarte.
—Casarnos —le corrigió—. Disfruta tu tiempo de soltería que te queda porque en dos años estaremos contigo esperando tu mejor opción.
—Preferiría que escogieran mi féretro antes de casarme.