Ojos rojos - Sprobleis [hiatus]

15 • 𝑪𝒐𝒎𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏

— Es algo complicado de entender, pero creo que tengo la mayor parte en mi cabeza — dijo el menor de los robleis.

El mayor lo miro con cara de rareza.

— ¿Que edad tienes? —

— veintitrés. ¿Por que? —

— Con razón. — suspiró el robleis mayor.

El más chico no entendía nada, ¿que tenía que ver su edad?.

Un grito se escuchó llamándolos a los dos, decidieron terminar el tema que tenían en ese momento, para ver que tenía que decir el inexplicable hombre con verde.

Al acercarse un poco más, vieron la rara combinación que hizo staxx, Supongo que de algo servirá.

— ¿Y como haremos esto? — pregunto el robleis de menor edad.

— Necesito que hables, para que te reconozcan. — dijo staxx

Robleis asintió.

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— Eh... iré por algo de agua — robleis algo confuso sobre el tema, de tanta charla de multiversos y cosas de las cuales no entendía, le dio sed.

— Voy contigo — le dijo el spreen, al igual, no entendía la mayoría de las cosas.

Los tres magos solo dijieron "si" al unísono, pero sin prestar demasiada atención a los chicos, ya que trataban de hacer funcionar las cosas, no era algo fácil, estamos hablando del multiverso y esas cosas.

Los chicos simplemente se miraron, y levantaron los hombros, no les tomo mucho tiempo para ir juntos a el pequeño lugar que tenía Juan, era como un tipo de choza al aire libre, y por buena suerte tenía una cocina.

— Que difícil es entenderlos — dijo robleis mientras reia.

— Te entiendo, incluso yo que soy de aquí, no logro entenderlos — también río spreen.

— ¿Enserio? Yo creí que entendías algo. — lo miro confundido.

— Me halagas, pero no entiendo una poronga, o en si la mayoría — rio el hibrido de oso.

Robleis entró en la choza, y se dirigió hacia la pequeña cocina que había en su interior, fue hacia el refrigerador, mientras que spreen se sentaba en la barra, y se recostaba viendo los movimientos del mas bajo.

Lo siguió con la mirada en cada movimiento que hacia el chico, miro como se servía agua en un vaso de vidrio.

Prestó atención a cada detalle que hacía el más bajo, y cuánta similitud tenía con su ahora pareja, y el robleis de su mundo.

Como que, para tomar el vaso de la alacena de arriba, se ponía en puntitas, su pequeño tic de limpiar los vasos con una pequeña servilleta, como acomodaba su cabello.

Si era su chico, pero algo tenían diferente cosas, pero siguen siendo la misma persona. ¿O algo así?

Robleis sintió que lo miraban así que volteó hacia atrás, mirando esos ojos color púrpura con fuerza. Haciendo que en vergüenza mirara hacia delante otra vez.

Spreen sonrio, ahí confirmó todo, era la misma persona, solo con físico difente.

Giró su cabeza con un movimiento leve, y miró una radio en la misma barra, en la que estaba recostado.