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Unos días habían pasado desde la última conversación que Hyunjin y Changbin tuvieron, en donde el alfa había decidido supervisar al joven desde lejos, intentando no molestarle demasiado.

En ese tiempo tampoco se halló noticia ni rastro de su hermano mayor, y para sorpresa de nadie, el principe Omega no salía con frecuencia de su cueva.

De todas maneras, el trabajo seguía presente para el resto de la manada y era bastante, por lo que todas las castas debían contribuir, sobretodo en esa época del año en la que la comida escaseaba y el frío helaba sus pieles. Así que después de sus rondas de guardia, Changbin ayudaba a cazar con el resto de alfas yendo en grupos mientras los omegas y betas solían turnarse para tejer cestas, hacer vasijas o recolectar frutos.

En algunas ocasiones todos se repartían las labores; ir a pescar en el río era una de ellas.

Por lo que después de un día arduo el pelinegro se dirigía a un lugar que solía visitar con frecuencia debido a la tranquilidad que podía tener allí, el cual se trataba de un espacio conformado por planchas de piedra que simulaban paredes a los pies de una cascada y que le regalaba algo de privacidad para asearse y descansar, si es que puedes tener privacidad en una manada prácticamente nudista.

Unas pisadas continuas se escucharon a sus espaldas acompañadas por el aroma a cerezas que solía invadir su mente y sus sentidos en lo que se agachaba para lavar su rostro.

Las orejas sobre su cabeza se movieron al sentir la respiración del blanco lobo bastante cerca y tuvo que hacer un pequeño esfuerzo para no agitar su cola como un cachorrito emocionado, volteando para notar al lobezno de ojos azules que yacía sentado al lado suyo, con una lona que guardaba varios pescados colgando desde su hocico. El lobito lo miraba atento, siguiendo sus gestos.

-Hola Hyunjin. -saludó con una media sonrisa volviendo a su labor de restregar su rostro con sus manos y el lobo dejó la bolsa de tela sobre el suelo nevado, haciéndose varios pasos hacia atrás, dándose media vuelta. Después de eso el pelaje blanco se fue desvaneciendo, mostrando la silueta alta y esbelta del híbrido albino, la cual Changbin no pudo pasar desapercibida al girar su rostro por un momento, pero rápidamente desvió su mirada cuando hizo contacto visual con el menor, abochornado y avergonzado de ver a su mejor amigo con otros ojos, por lo que no pudo evitar soltar un leve gruñido.

Hyunjin bajó sus orejitas inconscientemente cuando sintió el rechazo del alfa -o al menos así lo había percibido su omega- pero decidió ignorarlo acercándose al mayor cuando este le tendió una de las túnicas que tenía a su lado.

-Gracias hyung. -agradeció viendo al otro asentir mientras se ponía el abrigado ropaje- Hoy salí a pescar con los betas -habló señalando la bolsita delante de ellos y Chang la tomó entre sus manos notando la sonrisita en el rostro del menor- Yo los pesqué, son grandes, ¿no?

-Lo son; hiciste una buena pesca, Hyunnie -alagó el azabache, tomando un pedazo de su túnica para secarse el rostro y Hwang se sonrojó, sonriendo.

-Son para tí, hyung. -remarcó, por sino le había quedado claro al azabache (lo cual parece que fue así) y el bajito le miró sorprendido con su atención puesta en las rositas mejillas contrarias- Quería disculparme por lo de la vez anterior...

-No tienes que disculparte-

-No. Quería hacerlo porque- no debí enojarme contigo por algo que no puedes controlar. -dijo bajando las orejas sobre su cabeza observando como el mayor se ponía de pie para ponerse la otra túnica que llevaba e irse a recostar en las piedras lisas.

-No te preocupes por eso... -dijo este restándole importancia porque realmente nunca podía enojarse por completo con Hyunjin. El menor mantuvo su distancia- Seguimos buscando a Chan, ¿te lo dije?

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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In The Forest 🐺 || ChanIn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora