3. Concurso

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Su vida siguió tranquila hasta que a los 12 años se presentó su casta... era un alfa dominante, ciertamente fue casi cómico ver a su padre llorar al ver sus resultados de laboratorio junto con el de sus hermanastras. Kohaku una alfa fuerte y sana y Ruri una beta.

No volvió a experimentar nuevas emociones ni tampoco viejas como lo era la ira, de todos modos, solo sentiría eso cuando lastimaran a sus más cercanos por lo que se permitió experimentar en el laboratorio de la escuela tanto como quiso (ventajas de ser un estudiante sobresaliente) se permitía tomarse unos descansos para salir con sus amigos y crear cohetes, debía admitir que mandar a volar esos peluches que hizo Yuzuriha le había perturbado levemente.

Una tarde su amiga lo visito en su casa pedirle ayuda para ir a comprar materiales, la chica era de las mejores con la aguja e hilo lo que la convirtió en la presidenta del club de costura, pero llegaba a un punto en el que las matemáticas se volvían un dolor de cabeza y temía sobrepasarse con su presupuesto por lo que no dudo en acompañarla aprovechando para conseguir algunos materiales.

Mientras hacían las compras la castaña no paraba de hablar de un concurso de moda al que se había inscrito y lo emocionada que estaba que ni siquiera podía elegir un diseño para su vestido. Senku solo la escucho atento sin interrumpirla y le ayudo a calcular los gastos de interés, más tarde tuvieron que llamar a Taiju para que les ayudara a cargar con las bolsas. La presentación de modas seria dentro de un mes lo que le dejaba muy poco tiempo a la chica, la primera semana fue tortuosa ya que no podía concentrarse y estuvo a punto de arruinar la tela en varias ocasiones llegando al punto de llorar de desesperación y su dulce aroma a caramelo se agrió.

Guardo sus materiales y fue al salón de química donde Senku quien fue nombrado líder del club de ciencias estaba inspeccionando el trabajo de sus compañeros corrigiendo algunas fórmulas, su ceño se frunció al sentir el aroma de su amiga haciéndolo girar notando los ojos marrones de la chica humedecerse y su labio tembloroso, no dudo ni un segundo en abandonar el salón con su amiga para irse a sentar en ese árbol del patio, la omega se limpió algunas lágrimas traicioneras para luego agradecerle a su amigo quien le había traído un cartón de leche de fresa. Tras dos sorbos de la bebida la joven estallo en contarle todo, los ojos opacos del chico se mantuvieron al frente escuchándola, se tensó ligeramente cuando sintió como su cabeza se apoyaba contra su hombro y considero hablar con su psicóloga sobre sus problemas de contacto físico.

10 minutos más tarde Taiju llego corriendo exigiendo saber quién había lastimado a su amiga, los gritos del castaño fueron suficientes para cambiar su tristeza por alegría y su aroma volvió a ser dulce, su corazón se calentó mientras veía a Senku explicarle la situación y a Taiju dar ideas para levantar su inspiración desde jugar videojuegos, ver películas o ver algún programa de moda o revistas.

Se sentía agradecida de tenerlos como amigos y no podía imaginarse una vida sin ellos.

Los siguientes días tanto Senku como Taiju iban a verla al taller de costura a ver cómo iban sus progresos, a charlar o simplemente sentarse en una silla para hacer compañía (el ojirubí era quien hacia esto último limitándose a leer en su teléfono) si podían ayudaban siguiendo las indicaciones, durante el resto del mes fueron testigos del increíble talento de su amiga, Taiju sintió que se volvía a enamorar al ver la rapidez en la que cosía.

Los días pasaron rápidos y cuando se dieron cuenta el concurso de moda estaba a la vuelta de la esquina, los ojos sin vida de Senku siguieron la silueta de su amiga quien había pasado los últimos 10 minutos inspeccionando su vestido, la campana ya había sonado hacia bastante, Taiju tuvo que irse antes por una emergencia con sus abuelos por lo que Senku tuvo que quedarse y acompañar a la chica a su casa, era una costumbre que tenían, hacían paradas para estar seguros de que todos habían llegado a salvo a casa puesto que últimamente se habían reportado avistamientos de un posible sicario cerca de las escuelas.

"Él es todo para mí"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora