Delicado Omega [KookTae]

Capítulo 13

Irreal, si, así se sentía.

Era como si fuera un sueño, un sueño perfecto en el cual se despertaría en cualquier momento para encontrarse solo en su apartamento o aún peor, en su antigua casa. Daba miedo. Pero al menos había sido feliz por una noche, inolvidable. Se había divertido, había bailado con todos sus amigos y su alfa, la habían pasado genial y jamás se olvidaría de eso.

Ahora estaba ahí, en la cama de Jungkook recostado mirando al techo blanco mientras que el nombrado abrazaba su cuerpo y dormía plácidamente. Y estos momentos también los apreciaba, donde solo eran él y el alfa estando en paz.

—Deberías dormir —dijo el alfa débilmente, somnoliento. —Pienso pasar todo el día en cama, tú estás incluido en mis planes. Ya amaneció así que duerme —protestó.

—Como diga alfa —y se acurrucó junto al alfa para dejarse llevar por el mundo de los sueños con una sonrisa.

La tormenta era fuerte y el viento golpeaba contra su ventana. Estaba en una especie de cabaña. Frunció el ceño y observó el lugar, silencio. Caminó hasta la ventana para observar el exterior, un día gris ¿No sé supone que este tipo de climas eran mal augurio? Se sentía inquieto, si, pero solo eso. Una mancha castaña llamó su atención a la distancia, poco a poco fue distinguiendo la mancha. Un lobo. Un enorme lobo de pelaje marrón se acercaba despacio, como si estuviera acechando a su presa, evaluándola. Los ojos del enorme lobo le parecieron familiares, un café oscuro e intenso ¿Debía sentirse intimidado? Porque no lo hacía.

<<Destino, soy tu destino>>

Frunció el ceño ¿Qué demonios significa eso? ¿Era bueno o malo?

<<Ten cuidado, alguien te acecha >> habló la voz en su cabeza. <<Me preocupa, queremos estar contigo>>

Y entonces lo comprendió o al menos lo intentó. — ¿Jungkook?

<<No, Kook. Soy su complemento y el tuyo, soy tu alfa>>

—Su lobo técnicamente.

<<Jungkook está demasiado feliz pero algo me inquieta, te amamos >>

La escena se desfiguró y se vio a sí mismo atado en un lugar parecido a un sótano. Se vio sucio y golpeado, las lágrimas se derramaban de sus ojos. La angustia lo invadió, seguido por el dolor y la necesidad además de un frío abrazador. Necesidad de su alfa y un frío que helaba sus huesos.

¿Qué?

—Tae, ángel. —la voz de Jungkook resonó en su cabeza confundiéndolo más. —Omega, por favor despierta.

La luz empezó a molestar sus ojos, se sentía cálido y el aroma a pino y tierra mojada hizo que su respiración volviera a ser regular ¿Qué?

Abrió los ojos y lo primero que vio fue a Jungkook, su rostro denotaba preocupación. Lo siguiente que notó fue sus mejillas húmedas y la garganta seca.

— ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? —inquirió el castaño preocupado. —Estabas llorando.

—Solo fue un mal sueño —se sentó en la cama. — ¿Qué hora es? Muero de hambre.

—Son las seis de la tarde —contestó y Tae sintió como dejaba la cama, se volteó para verlo y se le calentó el pecho cuando Jungkook tomo una bandeja con comida de la mesita de luz y se volvía para dejarla en el centro de la cama. —Supuse que tendrías que comer, fui a preparar esto y cuando volví estabas llorando.

—Soñé que estaba solo, sin ti —confesó y miró sus manos. —Alguien me tenía en contra de mi voluntad y no estabas ahí —no se atrevió a mirar al alfa a la cara y siguió. —Me sentía tan frío, angustiado y un dolor que penetraba mi piel —se abrazo a sí mismo.