Delicado Omega [KookTae]

Capítulo 28

Había perdido la noción del tiempo, simplemente se despertaba cuando Nancy iba a llevarle algo de comer o Jooe iba a aplicarle la droga y volvía a dormir. Ya ni siquiera le daba importancia, su lobo parecía tener esperanza porque seguía lloriqueando ansioso aunque podía sentirlo morir lentamente.

Escuchó la puerta abrirse seguido de un par de zapatos, las luces fueron prendidas, alguien se agachó junto a él y abrió su boca, seguro era Nancy se dijo. Masticó por unos segundos y tragó. Abrió los ojos para mirarla pero se encontró con Jooe. Con la poca fuerza que tenía se arrastró al borde del colchón vomitando lo poco que había comido.

—Nancy no vendrá hasta pasado mañana ¿Vas a estar dos días sin nada en tu estómago? —pregunto Jooe sonriente. — ¿Te cuento un secreto? —Tae se recostó contra la fría pared y negó. —Jungkookie está más cerca mío —canturreo. —Tuvieron que sedarlo y encerrarlo en su habitación durante unos días ¿Sabías que un alfa pierde el control cuando es privado de su Omega? Tenías que verlo, estaba perdido y fuera de sí —Taehyung no podía creer lo que escuchaba, quería llorar y golpearla. Su pareja estaba sufriendo peor que él y esta tipa lo celebraba ¿Qué? —Pero de a poco, voy a tenerle paciencia. Sé que al final va a ser para mí.

— ¿Cómo puedes verlo así y estar tan tranquila? —ya no le importó que ella estuviera presente, no reprimió las lágrimas. — ¿No entra en tu cabeza? Él jamás te querrá Jooe, estás podrida por dentro y estoy seguro de que él puede verlo.

—En lugar de darme consejo, resígnate a vivir aquí. Vendré a contarte cada uno de mis avances — se levantó y se volvió para irse.

*~*~*~*~*

—Tae.

—Nancy.

—Lo siento, yo...

—Tranquila —Taehyung abrió los ojos y vio a Nancy cerrar la puerta con seguro después de haber prendido las luces. La chica parecía preocupada pero lo que más llamó su atención fueron las bolsas que traía.

Una vez que la castaña se aseguró de que nadie podía interrumpirlos se acercó al peli azul en el viejo colchón en el piso.

—Te traje buena comida y otra cosa que deberás esconder muy bien —la castaña sacó dos cosas las cuales de verdad extrañaba. Un tazón de fideos y una camisa de dormir de Jungkook, al Omega le empezaron a lagrimear los ojos. Lo primero que tomó fue la camisa para llevarla a su nariz. —El olfato de Jooe no es tan bueno ya que es beta, pero ten cuidado —le advirtió, el peli azul siguió llorando.

—Gracias —dijo con la voz quebrada dejando la camisa a un lado para tomar el plato de fideos y meterse grandes cantidades a la boca.

—Si comes así te va a caer mal —Nancy tomó su muñeca. —Tu estómago se habrá reducido mucho, si ingieres esa cantidad tan rápido te hará mal. —pero era demasiado tarde, las náuseas llegaron a él y se mantuvo quieto, no iba a devolver lo poco que tenía en su estómago. Había perdido la cuenta de todo el tiempo que llevaba ahí pero sabía que había tenido una mala alimentación. —Te lo dije —añadió la castaña cuando se dio cuenta. —Si dejas de comer como debes durante un mes y te tragas un plato de fideos de un suspiro pasa esto —regañó y no supo porqué, pero Jimin apareció en su mente. Quería romper a llorar otra vez. —No debes agradecerme, soy cómplice de mi hermana.

—Te agradezco porque no eres una hija de puta igual que ella, me das de comer buena comida y me trajiste un colchón, yo lo veo como algo positivo en el medio de este chiquero.

—Pero fui su cómplice.

—Supongo que tienes razón —el joven masticó despacio la comida, no quería vomitarla. —Pero también hay una razón para que le sigas el juego a tu hermana ¿Por qué me ayudas y me tratas bien entonces?

—Al principio te detestaba —admitió la castaña y tomó asiento junto a él. —Pero me di cuenta de que no insistías, dejabas que las cosas tomen su rumbo y fuiste justo. Mi hermana y yo nos comportamos muy mal, me di cuenta de que lo que hacíamos estaba mal cuando vi tu reacción. Cuando vi tus ojos no te vi a ti, sino a tu lobo. Me recuerdas a un amigo de mi infancia.

— ¿Y es algo bueno?

—El murió —suspiró con cansancio. —Encontró a su destinado ¿Sabes? Pero el otro no le correspondió —la castaña lo miró a los ojos. —Mi amigo sufrió mucho y eso que no estaba marcado, no imagino cómo te sientes —Nancy volvió su vista a sus manos y empezó a jugar con ellas nerviosa. —Sé cómo se siente Jungkook, lo vi. Está fuera de sí, luce perdido y adelgazó bastante —el joven tomo las manos de la chica y esta lo miró. —Tía Sunmi tiene que obligarlo a comer, Jimin no deja de llorar y Jin fue a su revisión médica más veces de las que debería por el estrés y la preocupación.

—Puedes detener ese sufrimiento ajeno, Nancy.

—Eso mismo me digo hace días —las lágrimas empaparon las mejillas de la chica. —Pero ella es mi hermana, es lo único que me queda. Mi madre se fue con uno de sus amantes y mi padre es un alcohólico.

A Taehyung no le importó nada, ni siquiera le importó oler a moho y humedad. Envolvió a la chica en un abrazo y acarició su cabello, ignoró a su lado animal que quería matarla.

—Lo siento —se disculpó en un sollozo. —Ahora entiendo porque te eligió a ti.

—Basta, shhhhh —la calló. —Va a ser mejor que juntes las cosas.

—Lo siento —fueron las últimas palabras que dijo, la chica juntó las cosas en silencio y se fue.

Taehyung se recostó en el colchón, su lobo se alzó esperanzado. Nada es para siempre. Tal vez haya pasado un mes, tal vez pasen años pero ese momento no iba a durar una eternidad, así como no duró su sufrimiento bajo el techo de su padre.

*~*~*~*~*

—Kookie, por favor —rogó Sunmi a su hijo. —Debes comer, debes tener fuerza para seguir buscándolo.

El castaño estaba en la habitación que había usado Taehyung cuando llego a su casa, estaba acurrucado en la cama con los ojos cristalinos. Su rostro estaba pálido y demacrado, sus labios secos y lastimados, su masa corporal había disminuido, su cabello estaba opaco y sin vida.

— ¿Por qué? —cuestionó a la nada. — ¿Por qué tenían que arrebatármelo? —su voz se quebró. —El destino y la diosa luna lo hicieron para mí.

—Se que lo extrañas y lo amas mucho, pero debes ser fuerte por él, mantener tu fuerza para luchar y seguir buscándolo —intentó animar Sunmi.

— ¿Alguna vez te sentiste vacío? ¿Alguna vez sentiste esa ausencia de calor y vida? Es como si el árbol de la vida en tu interior se marchitara por dentro y lo único que queda es vacío, el vacío que se transforma en ira.

—A Taehyung no le gustaría verte así.

—Tienes razón, se burlaría de mi debilidad para después sermonearme y ayudarme, lo amo ¿Sabes? Lo amo y lo amaré hasta que muera, estoy seguro que si hay otra vida después de esta lo seguiré amando entonces.

Sunmi calló, silenciosamente abrazó a su hijo.