Delicado Omega [KookTae]

Capítulo 18

Desastre, si, convivir con Jungkook era un hermoso desastre.

Lo que pasó en el yate no se volvió a repetir, el castaño tenía paciencia, sabía que no debía presionar al Omega después de todo lo que pasó. Iban de apoco, conociendo sus cuerpos por medio de roses coquetos. Jungkook pasaba la mayor parte del tiempo en el apartamento del rubio. Pronto, la mitad de la habitación de Taehyung se llenó de cuadros, pinturas, pinceles, lápices y hojas. Cuando el Omega tomaba su computadora y hacia algo de trabajo en casa, el alfa tomaba lo que tuviera al alcance de sus manos y se dejaba llevar por la inspiración. Taehyung se limitaba a mirarlo detrás de la pantalla de su computador, Jungkook concentrado y perdido en su mundo era magnífico. Simplemente deslumbrante, precioso.

Entonces Jungkook sonreía cuando notaba los ojos de su Omega sobre su persona.

—Se que te gusta lo que ves, pero si me miras tan fijamente creo que insinúas que me deseas. —bromeaba sin mirarlo.

—No voy a negar eso —el rubio le seguía el juego. —Además, me gusta lo que veo.

— ¿Si? Que buen gusto —escuchó carcajear al mayor. —Por cierto, mamá quiere que vayamos a cenar —el castaño se puso serio. —Ya sabes, quieren darte la bienvenida oficial como mi pareja.

— ¿Cuándo? —inquirió cerrando su laptop.

—Hoy —dijo el menor con simpleza.

—¡¿Por qué no me avisaste temprano?! —se levantó de golpe de la cama con su celular en mano. —Tengo que prepararme.

—Así estás estupendo.

— ¡Estoy en pijama! ¡Mira mi cabello! ¡Mis ojeras!

Jungkook alejó la vista de su obra para mirar al rubio. —Es normal teniendo en cuenta de que eres una persona y pasaste toda la tarde durmiendo. Te ves bien —Taehyung lo miró escéptico. —Yo me casaría contigo en esas condiciones —se encogió de hombros y volvió a su labor.

Taehyung se quedó parado en medio de la habitación entre confundido y emocionado.

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—Voy a matarla —sentenció el rubio mirando con resentimiento a la castaña que no dejaba de sonreír y batir las pestañas en dirección a cierto alfa.

—Wow, tranquilo —Jin acaricio su hombro en un intento de calmarlo. —Aquí no, hay testigos —murmuró en su oído.

—Primero, lo saluda con un beso en la comisura de sus labios y ahora no se le despega de él —el rubio tenía las manos cerradas en puños tratando de contener su ira. Su lobo mostraba los colmillos y gruñía en señal de molestia, estaba listo para atacar.

—No me imagino lo que será de ti el día que lleves su marca en tu cuello —canturreo Jin. —Un Omega con complejo de alfa —se burló. —Jungkook sabe contenerse mejor que tú.

—No limpio el piso con ella por respeto a los Park.

Ambos estaban en la sala bebiendo té mientras esperaban a los señores Park. Namjoon y Jungkook hablaban animadamente bajo la arcada que conectaba la sala con el comedor. Nancy, una de las primas estaba ahí, entre ambos alfas acotando cualquier idiotez para llamar la atención.

—Deja de mirarlos así.

—No puedo —gruñó molesto. —La detesto.

— ¿Puedes creer que era igual que tú?

— ¿Qué pasó? Porque ahora estás de lo más tranquilo como si no te importa.

—Todo se trata de confianza, cariño. Sé que soy divino y Namjoon jamás me dejaría.