Get rid of the obstacle

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“¿Qué haces cuando hay obstáculos en el camino?

El problema es que, aunque no lo quieras, siempre habrá cosas que se interpongan en el camino, como por ejemplo los amigos de tu novio.

Esos amigos que no son realmente amigos, y para tu desgracia tienes que soportar, porque él es demasiado amable, sociable y alguien lindo.”

Carlos se encontraba serio, al tener un grupo con sus amigos se encontró con muchos mensajes entre Lando y Charles.

No había nada malo, pero odiaba demasiado que Charles hablara tanto con él, lo detestaba.

“Mío, mío, mío, es mío.”

Polaris ladró sacándolo de sus pensamientos, miró a la pequeña perrita y la acarició.

—Aún necesito pensar bien qué voy a hacer contigo, pero definitivamente te quedarás aquí porque cuando mate a esa maldita tú vas a estar sola, y no quiero que estés sola.

La perrita se acurrucó con Carlos y el español la acarició, y se pegó aún más a él.

—¿Por qué Charles no puede ser como tú? ¿Por qué no puedo ser yo el centro de su universo cómo tú? Sería más fácil si fueras él.

Carlos suspiró, luego abrazó a Polaris.

—Necesito cambiar esa placa, mañana lo haremos princesa.

La perrita ladró mientras movía la cola, al parecer había una especie de conexión entre ambos, como si realmente el dueño fuese Carlos.

Luego de un rato y después de cenar Carlos le quitó el collar a Polaris para después encender su chimenea y lanzarlo al fuego.

Mientras veía como se derretía el plástico, Carlos le silbó a la perrita quién corrió feliz a sus brazos.

—Eres demasiado linda, me gusta Polaris pero prefiero llamarte Carina, es una estrella ¿Lo sabías? La más radiante estrella del norte, bueno, la segunda.

Parecía que le había gustado el nombre, pues simplemente la pequeña perrita saltaba y movía su colita feliz.

Carlos empezó a trabajar en su plan, no podía deshacerse de Alexandra tan pronto, pero si podía deshacerse de las molestas amistades.

Eso implicaba a Lando.

Carlos había aceptado ir a su fiesta, estaban en Londres y habían viajado hasta la casa del chico.

Todo era risas y diversión, al menos hasta que Carlos se quedó con Lando a solas.

Carlos sonrió amablemente antes de hablar con él.

—¿Cómo te la estás pasando?

—Increíble pero si alguien dejara de mirarme como un lunático sería más feliz.

Carlos casi se ahoga con su bebida ¿Qué?

—¿Quién te mira como un lunático?

—Tú, Carlos ya se que Charles es todo para ti, pero yo no te lo voy a quitar, no me gusta, y sí, actúa demasiado amigable y tal vez bromeamos con respecto a la amistad pero tanto él como yo jamás pasaremos a tener algo más que amistad porque le encantas.

Carlos se quedó en blanco, no podía creer que Lando lo hubiera descubierto, él siempre era demasiado precavido en estos temas.

—No, no, estás loco, yo jamás…

—Carlos, te conozco y también a Charles, por algo soy tu mejor amigo, quítate esas ideas de Charles y yo, vamos, sé que estás estresado, vayamos a comer a mi restaurante favorito.

⟶Charlos. ♡ Obsession.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora