River of blood.

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Sabía que algo estaba mal con Charles, y desde que lo había recogido de la agencia de modelaje y no había querido hablar con él de mejorar su relación todo estaba mal.

Pasaron el día juntos, todo iba perfecto, al menos hasta que llegaron a una plaza linda y ahí pasaron al baño, claro que nada iba a preparar a Carlos para lo que venía.

Chales empezó a hablar, hablar sobre las personas que Carlos tenía bloqueadas entre ellas Isabel, y Rebecca, pero cuando Carlos dijo que sí Charles le dijo que la había desbloqueado.

Entonces Carlos entendió que no debía hacerlo, claro que Charles no quiso escucharlo, porque él creía que era un juego, un experimento, y no era su intención, pero había lastimado al monegasco.

Charles salió corriendo de ahí, Carlos lo siguió a todos lados tratando de explicarle pero era inútil, Charles lloraba mucho y no dejaba de decirle que se fuera.

Luego de perseguirlo por una hora Carlos sabía que era inútil, Charles era obstinado y no lo haría cambiar de parecer, al menos no enojado.

—¿Quieres que me vaya?

—Sí.

—Bien, entonces lo haré.

—Gracias.

—Por nada.

Carlos y Charles salieron del estacionamiento, el español estaba llorando mares y manejando mientras Charles había llamado a Arthur.

Y en el transcurso estaba hablando con él, sabía que todo esto lo hubiera evitado si le hubiera rebanado la garganta a esa perra, sí Isabel hubiera respetado su trato nada de esto hubiera pasado.

Charles estaba terminando con él, y Carlos se iba a aferrar hasta la última médula, iba a rogarle y perder su dignidad así fuera arrastrándose para que el monegasco viera que siempre había tenido ojos para él.

Sólo y siempre él.

Al llegar a casa no hizo más que encerrarse en su habitación con Carinae para ponerse a llorar y rogarle a dios que no lo abandonará su precioso novio.

Y aún hablando con Charles ya con un poco más de calma, parecía que el monegasco aún dudaba si darle una oportunidad nuevamente.

—No necesitas pensar nada, por favor mi amor, no quiero hacer esto sin ti.

Carlos habló a su celular, el separarse de Charles le había dolido mucho, aún cuando le prometió por ellos que no volvería a pasar era demasiado difícil para Charles.

Pero entonces algo en la memoria de Carlos hizo click, raramente Isa llegaba en fechas muy específicas, después de Octubre, en Mayo del año pasado y justamente ahora… en todo el tiempo ella lo buscaba para hacerlo ver como el obsesionado con ella, esa maldita zorra había planeado separarlo de Charles desde antes, con razón había visto a sus primas en sus redes sociales.

Carlos sabía que sí no hacía algo, esa maldita perra iba a seguir arruinado todo, pero lo que más le preocupaba al español era que ella estaba en la misma agencia que Charles, y tan siquiera pensar en que esa maldita le hiciera daño a Charles… No. No iba a permitirlo jamás.

Entonces en ese momento Carlos dejó dormida a su perrita con suficiente agua y comida, para luego sacar su hacha debajo de su cama.

—Es hora de cazar.

Carlos esperaba paciente a qué su presa saliera de esa puerta, cuando la vio salir de ahí sonrió casi tan siniestro como siempre lo había sido.

Estaba borracha, era el momento perfecto, Carlos fue hasta Isa para golpearla lo suficientemente fuerte en la cabeza con un bate como para desmayarla pero sin sangrar.

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