CAPÍTULO X "Baño inesperado"

26 6 1
                                    

Jungkook sentía que moría, desde que su agresor lo había bañado con avena le pasaban cosas extrañas, su casillero siempre tenía sorpresas para él, y no sorpresas muy lindas, desde animales muertos hasta espuma.

Su tarea era robada lo que le había conseguido sanciones por parte de los catedráticos, solían poner cosas raras a su comida y lo aventaban cada que podían.

¿Pero qué chingados pasaba? Se preguntaba con ira.

El idiota de su agresor no hizo más que lograr que todo el mundo lo molestara, hasta las chicas en su casa, quienes solían agujerear su uniforme teniendo que ir a que le dieran otro y recibiendo un regaño.

Es que no podía estar yéndole peor, quería gritar del coraje, pero sentía que no podía hacer nada.

— Es tú culpa — mencionó Jimin, Jungkook lo miró incrédulo — es tú culpa por dejarte

— ¿Me estas jodiendo? No hice nada para merecer esto

— Exactamente Kook, no hiciste nada, debiste defenderte cuando Kim hizo lo que hizo.

— Pero es una idiotez, tiene el poder para hundirme

— Pues aquí tiene más poder si no te defiendes, son como las reglas no escritas de polemos.

No mames — mencionó en español, Jimin solo lo miró sin entender, luego de unos segundos continuó

— es nuestro lema, Polemos donde la guerra prevalece y es el más fuerte el que gobierna a los demás. Es literal, si tú no te defiendes los demás te verás como un ser débil y, por consiguiente, te harán estas bromas.

— ¿Se supone que lo que me hacen son bromas?

— A lo que me refiero Kook, es que debes defenderte si alguien te hace algo, no importa que no lo lastimes o pierdas en el proceso, lo importante es dejarle en claro a los demás que harás algo si te hacen algo.

— Lo dices como si fuera algo fácil

— Es que lo es, piénsalo de esta manera, es mejor ganarse un golpe en el momento a que te hagan lo que te están haciendo, porque créeme, se pondrá peor

Era una pendejada, Polemos era una pendejada andante, es que no podían comportarse como personas normales aquí y Jungkook se sorprendía demasiado, en especial porque uno pensaría que personas como las que asistían ahí eran diferentes, un poco más civilizadas, se replanteaba realmente si tenía sentido lo que había hablado con su agresor.

¿Ese hombre lo odiaba? Porque primero intentó matarlo y ahora hacía que lo lastimaran, talvez era porque no poseía lo mismo que los demás, ¿pero qué chingados le importaba? Jungkook no le hacía nada a nadie, solo asistía a clases y estudiaba, talvez abarcaba mucho en la biblioteca y talvez por él no habían ganado ni una sola vez en el día de Polemos, tampoco aportaba mucho a su casa, su estilo consistía siempre en usar aquella sudadera y los joggers que le proporcionaba la institución mientras muchos solo lo usaban en actividades deportivas, pero a nadie le importaba aquello.

Al llegar a su casa notó que las chicas parecían estar sospechosamente demasiado calladas, se daban miradas sutiles y sonreían en el proceso.
Jungkook decidió no tomarle tanta importancia.

— Kook, que bueno que estás aquí, necesitamos a un hombre para esta tarea — habló Dorete, una de las chicas de la casa.

Una bonita sueca con hipnotizantes ojos grises, cabello castaño ondulado y largo hasta su cintura, una delgada figura, no poseía demasiado busto y tampoco tenía un trasero grande, sin embargo, seguía viéndose no solo preciosa, si no sexy

— ¿Qué necesitas? — preguntó

— Brianna, Roxanne y Jacqueline están en el cuarto de servicio, intentan arreglar una de las regaderas, pero es demasiado alto — Jungkook alzó una de sus cejas confundido

— Brianna y yo tenemos la misma altura sin tacones y siempre usa, si ella no puede alcanzar la regadera mucho menos yo

— P-pero es distinto Kook, a ti no te da miedo subirte a una de las escaleras y las chicas y yo podríamos lastimarnos un pie, vamos lindo Kook, hazlo por nosotras — sonrió con ternura, era raro, porque no se sentía que fuera autentica.

— B-bien — accedió sin ganas, yendo por el pasillo y bajando las escaleras hasta la amplia habitación y mientras lo hacía comenzaba a sentir calor por lo que seguramente debían tener la calefacción, abajo tenían las lavadoras, normalmente, tres veces a la semana trabajadoras de Polemos iban a lavar la ropa de todos en agricultura, también estaban los contactos de la casa, tenían un pequeño baño, varios fregaderos de metal en perfectas condiciones, aunque lo que alumbraba toda la habitación era solo un pequeño foco de luz cálida que podía debilitar un poco el trabajo.

Al poco tiempo las divisó, aquella linda castaña que era Brianna, a Roxanne de baja estatura, no era tan delgada como las otras chicas de la casa y le sorprendía debido a que las demás solían burlarse de las personas que no consideraran estándares de belleza, sin embargo, a Jungkook se le hacía preciosa. Por último, estaba Jacqueline, afroamericana tan delgada que al pelinegro le sorprendía que pudieran existir personas así, tenía un muy buen porte, vestía siempre con pantalones en lugar de falda o joggers, su gran y rizado cabello destacaba su persona y sus labios perfectamente pintados de rojo.

— ¡Kook! — gritaron las tres con emoción — necesitamos la ayuda de un chico como tú, sabemos que no te dan miedo las alturas y aunque Jacqueline sí que puede, hoy lleva tacones — mencionó una triste Roxanne con un pequeño puchero, sus pecas apenas se vislumbraban a falta de luz.

— Claro — dijo mientras se quitaba algo de sudor de la frente — ¿por qué tienen la calefacción encendida? — las tres lo miraron confundidas

— seguramente le dio algo de frio a Vero — contestó Brianna, asintió yendo al pequeño cubículo.

— Queremos hacer algo lindo por las empleadas de agricultura, ya sabes, ellas vienen aquí a veces y usan estas cosas, algunas son muy bajitas y no pueden

Entró mirando directamente hacia la regadera, el espacio era demasiado pequeño, iba a voltear cuando escuchó la puerta siendo cerrada

— ¿chicas?

— Lo siento Kook, así se hacen las cosas aquí — habló Roxanne, el cuerpo entero de Jungkook erizándose al sentir agua corriendo por su cuerpo.

Agua completamente helada.

El Marquéz - VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora