CAPÍTULO III "Agresor"

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Jungkook esperaba pacientemente al dueño de aquella maleta, tenía un dolor de estómago agobiante y era debido a los nervios, se replanteó si necesitaba amigos, porque pensándolo de una mejor manera no los necesitaba, estaba bien así, aunque pasara el año solo comenzaba a ser una mejor opción. Iba a irse de no ser porque la sombra de una persona lo hizo detenerse.

Si lograba dar el mensaje no tendría muchos problemas y no se sentiría miserable después, abrió su boca para hablar y las palabras quedaron retenidas al sentir una gran fuerza que comprimía su cuello impidiéndole hablar, de inmediato de asustó al mirar a la persona que le hacía eso, y no parecía demasiado feliz, lo miraba con furia, Jungkook quiso patalear hasta que sintió como era levantado.

¡Aquel hombre tenía mucha fuerza!

Se empezó a sofocar, intentaba zafarse, pero le era casi imposible, dolía demasiado y la falta de respirar le empezó a cobrar factura, sus ojos se aguaron en el momento y gruesas lagrimas corrían por sus mejillas. Aquello pareció hacer un clic en la mente de su agresor puesto que lo soltó antes de que alguna lagrima llegara hasta sus manos. Jungkook calló y por su parte se dedicó a toser, hipando y sosteniendo su cuello a modo de protección, no queriendo mirar hacia aquel chico, no podía moverse, tenía que controlarse. Un pañuelo apareció en su campo de visión, siendo sujetado por unas grandes y delgadas manos, con temor lo tomó, lo siguiente que supo fue que el chico tomó sus cosas y se había ido.

Aunque solo lo escuchó porque Jungkook seguía en el suelo encogido.

Después de todo aquello corrió hasta su habitación, no notando que los chicos que decían esperarlo donde se encontraron también habían huido

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Después de todo aquello corrió hasta su habitación, no notando que los chicos que decían esperarlo donde se encontraron también habían huido. Jamás en su vida había vivido algo así, sintió que la vida se le iba al no poder respirar, que su cuello sería tronado por la fuerza, se miró varias veces en el espejo y suspiraba cada dos por tres para tranquilizarse, cosa que funcionó.

Luego de hora y media volvió a la normalidad, justo antes de que la chica que lo había recibido en la casa, pasara por él.

El comedor parecía demasiado amplio, había una fila para recibir tus alimentos, el menú también era variado, aunque a Jungkook no le gustaran específicamente las verduras, tenía más para elegir. Cuando Brianna pasó por él apenas lo dejó en el comedor se fue, así que estaba solo, miró a su alrededor y se topó con los chicos que lo habían incitado a esperar a aquel chico, parecían absortos en su mundo y ni una sola vez lo miraron.

Patetico, se dijo a sí mismo, pues había caído en su broma como un niño pequeño, comió un poco más y después se fue a dormir, esperaba con todas sus fuerzas que sus días enteros no fueran de esa manera. Aunque no tuvo mucha suerte, pues los siguientes días continuaron de la misma manera, con él sentado en aquella gran y circular mesa, comiendo solo, en sus clases solo. Entonces se dijo a sí mismo que si quería conservar la beca debía estudiar, debía demostrarles a sus padres que no habían ahorrado en vano. Y eso hizo, ahora se concentraba en aquello ignorando lo que los demás decían y solo socializando ocasionalmente cuando tenía que hacer algún trabajo en su sección.

Tres semanas después, sentado en el comedor, mientras hacía tarea vio entrar a su agresor y pasó algo que, si no fuera por el miedo que le daba, se hubiera burlado. Cuando entró todo el mundo calló, literalmente, mientras él estuvo en la cafetería no hubo ruido en lo absoluto salvo las suelas de sus perfectos zapatos chocando contra el mármol, ni siquiera hizo fila, únicamente pasó y tomó su comida para después salir, sin mirar a nadie y con la vista clavada al frente, una postura impecable.

Al salir todo volvió a la normalidad, aunque por algunos minutos las personas seguían hablando de él, proveniente de una familia adinerada, una que había sobrevivido generaciones siempre manteniendo su nombre, la segunda familia más rica en el mundo, otros temas que tocaron además de su dinero, fue su belleza y su personalidad.

Jungkook solo sintió un retorcijón en el estómago y su apetito se fue, le temía, si tenía todo ese dinero era capaz de matarlo y nadie haría nada. Y aunque temía que lo viera, lo reconociera y lo matara ahora sí, una parte de su cerebro le decía que no se hiciera tonto, aquel chico no se acordaría de él, estaba a salvo, solo debía pasar desapercibido. Aunque ya no tenía hambre decidió quedarse y seguir estudiando, no quería ir a la biblioteca y tener que cargar todos sus libros y anotaciones. Después de dos horas decidió que lo mejor sería guardar sus cosas e ir a su casa a descansar.

Jeon jamás se caracterizó por ser una persona estudiosa, él solía decir que no estudiaba y todo lo que sabía era porque lo retenía en sus clases. Entonces, si ponía atención podría aprender la mayoría de las cosas que eran explicadas, una verdad a medias claro está. No era un alumno estrella, pero tampoco tenía malas calificaciones, la diferencia es que ahora necesitaba ser un alumno de excelencia si quería seguir ahí.

Cargando todo y con extremo cuidado se dirigía a su casa, no había muchos alumnos, la mayoría estaba en sus casas pasando el rato, en torneos si es que sus casas lo requerían, o en clases, ya que el horario variaba mucho. Su casa no quedaba muy lejos de la cafetería, pero él no tenía mucha resistencia que digamos, al dar vuelta a la izquierda sintió como chocaba con alguien mientras uno de sus libros caía sobre su pie, lastimándolo pues era uno de los pesados. No dudó en quejarse intentando no tirar los demás, aunque todo quejido desapareció al ver contra quien había chocado. Contra su agresor.

Quiso desaparecer en ese mismo instante, correr inclusive llorar, sin embargo, se quedó ahí, estático, con los pelos de puntas y un escalofrió que solo empeoraba todo, el chico lo veía detenidamente, sin otra expresión en el rostro que no fuera "voy a asesinarte". El chico se agachó y tomó su libro poniéndolo con cuidado arriba de los demás, una vez hizo eso siguió su camino. Jungkook pudo respirar de nuevo luego de eso.

Ok... tal vez no lo había reconocido, pero debía tener cuidado si quería seguir vivo

El Marquéz - VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora