Rosella Swan, la hija mayor de la ex pareja Charlie Swan y Renée Dwyer, fue una niña muy dulce mientras crecía. A pesar de sus rarezas, Ella nunca dejó de tener una vida normal, tenía muchos amigos en la escuela, salía en ocasiones sociales con amig...
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"Es curioso volver a casa.
Todo parece igual, huele igual. Nada ha cambiado.
Te das cuenta de que eres tú quien ha cambiado".
El curioso caso de Benjamin Button
Rosella Swan, la hija mayor de la ex pareja Charlie Swan y Renée Dwyer, fue una niña muy dulce mientras crecía. A pesar de sus rarezas, Ella nunca dejó de tener una vida normal, tenía muchos amigos en el colegio, salía en ocasiones ocasionales con amigos, tenía una vida social muy buena, a diferencia de su hermana pequeña Isabella Swan, que era más tímida y callada, no tenía amigos y no le gustaba salir de casa.
Era difícil para la mayor de las Swan tomar la decisión de dejar Phoenix, por mucho que a Ella le disgustara el calor, sin duda echaría de menos la ciudad, pero echaría mucho más de menos a su madre, las salidas de compras, las conversaciones al margen, las noches de chicas, Rosella echaría de menos a su madre.
La rubia puso su última maleta en el suelo y luego miró hacia el aeropuerto, había pasado tiempo desde la última vez que había estado en Forks, echaba de menos el frío, y a su padre, pero por lo demás no tenía muchas ganas de venir a Forks, no de vivir en una ciudad pequeña para siempre.
- Ya echo de menos mi casa... - murmuró Bella a su hermana, que la ayudaba a sacar las maletas de Bella de la cinta transportadora-. No me gusta el frío, no me gusta la humedad y odio la lluvia.
- Apenas hemos llegado y ya te estás quejando. - Ella dejó escapar una risa baja y luego acarició el hombro de su hermana pequeña en un intento de consolarla - Piensa en el lado bueno, vamos a ver a papá.
Bella se encogió de hombros con una sonrisa forzada en el rostro, lo que hizo que Ella sonriera mientras movía la cabeza en señal de negación, la menor de las Swan decidió entonces caminar y Ella se limitó a seguirla mientras llevaba sus maletas con ella. No muy lejos, divisaron a Charlie y la primera en correr fue Ella, quien soltó las maletas junto a Bella y corrió hacia su padre para abrazarlo.
- ¡Papi! - Ella se lanzó a sus brazos, casi derribando a su viejo - Te he echado de menos... De verdad que te he echado de menos, sheriff Swan.
- Yo también te he echado de menos, cariño. - Charlie besó la cabeza de su hija y luego se apartó de ella, sólo para mirar a su hija menor, que había estado cargando con todas las maletas con una sonrisa torcida en la cara - Bella.
- Papá. - Bella asintió, todavía con una sonrisa torcida en la cara -¿Cuánto tiempo?
Para salir del paso, volvió a recoger las maletas y se dirigió a su casa para salir de aquel extraño ambiente, en su cabeza solo podía pensar una cosa: que Bella realmente era la hija de Charlie.
