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Sofía dejó el termómetro en su mesita de luz con el número 39,2°C marcado en este mismo. Bufó y pataleó en su cama mientras las sábanas se sacudían de un lado al otro.
Se había agarrado fiebre después de haberse insolado aquel día en la playa. Su cara estaba completamente roja, al igual que sus brazos y piernas, y su cabeza estaba a punto de estallar.
Agarró su celular para informarle a J de que no podría ir aquella mañana al trabajo, puteandose de arriba a abajo.
Lo volvió a dejar en su mesita de luz y recorrió su cuarto con la mirada, un día de trabajo al que no asistiría todo por un descuido tonto. Sin ver a los chicos, sin sus risas, solo ella en su departamento, completamente aburrida, consumiendo pastillas para aquel estallante dolor de cabeza.
Les avisó también a los chicos de que no iría y estos le dijeron que no se preocupara y que ojalá que se mejorara, al igual que J, quien entendió perfectamente y no la forzó a nada.
Pasadas las horas, decidió levantarse de su cama e ir a buscar algo que pudiera digerir como desayuno, aunque su hambre no existía, sabía que era por la fiebre y que le podría hacer peor no desayunar. Encontró unas oreos que rápidamente devoró una por una al abrir el paquete.
Prendió el televisor de su living esperando encontrar algo entretenido para ver y encontró Mickey Mouse así que se entretuvo con lo que quedaba de la mañana viendo aquel programa en su sillón con una manta y un té.
Preparar la comida fue lo más difícil, tuvo que cocinar unos fideos sin crema ni salsa. No estaba acostumbrada a comer en su departamento ya que las dos comidas más importantes de el día solían ser en el set de grabación o en el hotel con los chicos.
Así que de suerte consiguió aquel paquete de fideos en su estantería, los cocinó, comió y lavó los platos.
Aprovechó a darse un baño ya que no lo había echo a la mañana, así que una vez que hubiera terminado de lavar los platos y de ordenar un toque su cocina, entró al baño y abrió la ducha caliente.
Las gotas contactaron en su cuerpo desnudo con una gran necesidad y la tensión que se cargaba en este se aflojó de inmediato.
Se envolvió una toalla en el cuerpo mientras tarareaba Loco (tu forma de ser) que resonaba en el baño con el mini parlantito en forma de corazón azul.
Revisó algunas notificaciones en su celular, y vio que tenía dos mensajes de Pipe preguntándole como se encontraba, sonrió inconscientemente al celular y lo desbloqueó para responderle.
Cuando salió de el baño fue hacia su pieza para buscar que ponerse, y su outfit elegido fue su piyama, otra vez. No había que explicar por qué, sus pantalones largos a cuadros tenían peluchito adentro y su remera manga larga con un dibujo de la casa de Ravenclaw era cómoda y estaba limpia además.
Así que sucia no estaba siendo.
Se sonó los mocos con una servilleta y lo tiró en el tacho de basura para después prender una vez más el televisor y recostarse en el sillón, pero está vez abrió Netflix en busca de una buen peli.
Después de varios debates mentales sobre cual peli sería la ideal para aquella situación. Encontró Shrek, su saga de pelis animada favorita y empezó a ver la primera.
Era como haber vuelto a su infancia, cada escena que pasaba le recordaba a todos sus momentos vividos cuando era más chiquita.
‘Los llantos de Theo se escuchaban desde el piso de abajo de la casa allí en Buenos Aires capital.
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Sᴇʀᴇɴᴅɪᴘɪᴀ || Pɪᴘᴇ Oᴛᴀɴ̃ᴏ
Romance- Las once y once es la hora para pedir un deseo. - ¿En serio? Bueno, yo deseo que el destino nos junte en todas las vidas y universos existentes. ☘ Lenguaje Argentino. Inicio: 23/02/2024 Final: 15/05/2024