Narrador
Increíble son las vueltas que da la vida. Ya sea para bien o para mal, el tiempo no se pausa, simplemente corre todavía más rápido y a veces podemos sentir que nos ahogamos. No desesperes, lo que tenga que ser, será.❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀
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❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀ ❀Scarlett
¿Qué le hace falta al corazón que arde tanto después de ella?...
Esa pregunta retumba muy dentro de mí. No importa que tan ebria pueda estar, este ardor sin ella no para. Simplemente no se va.Me encontraba tan mal que mi jefa me miró y me dijo que mejor debería darle mi dirección para que me dejara en casa. Insistí en decir que podría volver sola pero, finalmente, acabé accediendo. Sólo recuerdo vagamente que me subieron a mi auto y alguien más estaba conduciendo.
El sol se asomaba por mi ventana, el dolor de cabeza que tenía parecía cómo si me podría explotar el cerebro en miles de pedazos. Al final había amanecido. Me levanté y fui al baño. Encontré una carta en la cama, simplemente era de mi jefa diciéndome que tuvo que irse pero que cualquier cosa le avisara. Al final, le dejé un texto de agradecimiento por dejarme bien en casa.
Dios, me lave la cara pero, estaba tan fría el agua que me levantó de golpe. Maldita resaca. Me decidí a darme un baño, el agua recorría mi cuerpo y mis pensamientos comenzaron a incendiar mi mente.
¿Cómo podría alguien dolerme tanto?...
¿A caso de verdad podía ser amor en tan poco tiempo?...
Bueno, la verdad es que había decidido ignorar lo que sentía y simplemente seguir con mi vida. Al final de un rato, salí y me alisté. Mi rutina era tan deprimente. Decidí ir a un café cercano de casa para relajarme y desayunar algo.
Después de un rato, como pude, caminé hacia el local, era pequeño pero bastante encantador. Me senté y pedí un café caliente y una sopa. Cada bocado parecía retorcerme el estómago, Dios, pareciera como si se me hubiera cerrado. ¿De verdad estoy como aquellas adolescentes que somatizan su dolor de ruptura amorosa en el estómago?, ¿a caso de verdad me enamoré?.
En eso, la puerta se abrió y extrañamente aparecieron dos caras muy familiares. Nada más y nada menos que mi Vanesa y su madre. No sabía muy bien cómo reaccionar. Nunca en mi vida me había sentido tan vulnerable por nadie. Su madre me miró a lo lejos, me sonrió y se acercó a saludarme. Yo fingí una sonrisa y amablemente le devolví el saludo. Vanesa simplemente tenía una mirada fría, pareciera como si no estuviera comiendo bien, su carita parecía poco iluminada. Finalmente, se fueron a otra mesa y yo sólo podía sentir un puño en el corazón. Mierda, era tan duro.
El tiempo pasó. Vanesa regresó a clases y nos convertimos en lo que siempre fuimos, ella mi alumna, yo su maestra. Siempre notaba cómo ella y su mejor amiga casi salían corriendo apenas acababa la clase. La verdad es que mi vida parecía un episodio depresivo y no lograba entender porqué. Mi vida se suponía era perfecta, tengo un buen trabajo, una vida económicamente estable, soy una mujer hermosa, simplemente debería sentirme bien.
¿Podría algún día volver a sentir la conexión tan grande que tuve con ella?...
Los meses pasaban, era lo mismo cada noche. Mi alma quiere sollozar pero, mi orgullo no la deja. Dolor que tengo que aguantar, porque no quise retenerla. ¿Aquí acabó esta conexión que tuvimos?...
¿Me pensarás cómo yo te pienso, Vanesa?...
Faltaba poco para que el grupo donde estaba Vanesa se graduara. Imaginarán mi desesperación. Al menos en clase podía verla pero, de ahí en más, cuando terminara el ciclo, ya no habría motivo para coincidir.
Decidí que quizá, terminando el ciclo, yo me mudaría a otra ciudad. Quizá eso era lo que necesitaba, un nuevo comienzo.
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Vanesa
Otoño. Las hojas de los árboles ya comenzaban a secarse y caer. Jamás me había sentido como una hoja seca, Dios, sentía como si la tierra no girara. Desde que decidí terminar con Scarlett por mi salud mental, me sentí un poco en paz. Sin embargo, lo que sentía al escuchar su nombre, su voz, no se iba. No sé qué haría sin la terapia, quizá ya hubiera ido corriendo a sus brazos.
A veces me pregunto, ¿qué caso tuvo conocerla y sentir una conexión especial?...
¿Es posible encontrar a alguien que me haga sentir más que eso?...Ya no importaba. Ella era un capítulo en mi vida que me encargaría de cerrar.
Ya sé, quizá todo pasa tan rápido pero, es que el tiempo no se detiene. Un día estamos entrando a la universidad y en un abrir y cerrar de ojos estamos en la fiesta de graduación que tanto soñamos. Verdaderamente, en este punto de mi vida, me sorprende como el tiempo parece correr y no deja de perseguirnos.¿Qué se supone que sigue ahora?, ¿cuál es el después de ella?...
Ya sé, no debería estar pensando esto en mi día de graduación. Ya habían pasado 6 meses. 6 meses sin ella. Ya dolía menos pero, no se iba la sensación del pecho.
El flash de la cámara de mi madre me detuvo los pensamientos de golpe.
Mamá: hija, quita esa cara, sonríe, este es un día para que estés tan orgullosa de ti como lo estamos papá y yo.
Vanesa: disculpa, mamá, es solo que es un momento que me pone emocional [no sé si me creyó pero, al final, quién no se pondría emotivo en su graduación]
Finalmente, papá y mamá me abrazaron. Papá me cargó y me dió un beso en la frente. Me sentía tan feliz de tener un padre tan amoroso. Ambos, son increíbles.
Decidí que disfrutaría este día. Al final, es un día que marcará muchas cosas.
Mis amigos y yo, salimos de fiesta. Ese día decidí que me emborracharía tanto como pudiera, después de ese día, le diría adiós a todo. Mis padres me recibieron sorprendente con un carro nuevo como regalo de graduación. Estaba tan feliz. Ese carro fue el mismo con el que decidí ir al antro con mis amistades.
Me despedí de mis padres, les avisé que saldría. Dijeron que me cuidara y que me estarían esperando en casa.
Comencé a conducir, el ambiente fiestero de mis amigos, la música en el auto a todo volumen, recién graduados, al final, era un sueño y una meta lograda. Debía estar feliz.
Definitivamente, después de hoy, no imaginaba todo lo que me esperaba y como mi vida cambiaría por una decisión tan estúpida.
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-𝔸𝔻𝕀ℂ𝕋𝔸 𝔸 𝕋𝕌𝕊 𝕃𝔼𝕐𝔼𝕊-
RomanceScarlett Anderson, una licenciada implacable, trabajadora, y comprometida, se ve envuelta en un romance con Vanesa Kidman, una de sus clientas, y sin saber, una de sus futuras alumnas en la universidad, la pasión y el deseo entre ambas cada vez será...