-Capitulo 4: Sorpresas-

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A la mañana siguiente los hijos de Zira se sorprendieron un poco de ver a Kion en la cueva, pero aun así estaban felices de que estuviera ahí, el león quería integrarse más con sus futuros hijastros así que comenzó a hablar con ellos, a explicarles técnicas de caza y de combate, estos lo escuchaban atentamente, aprendiendo todas las técnicas que él le enseñaba, después de un rato Kovu y Vitani se fueron para ir a practicar todo lo que Kion les había dicho, Nuka se quedó un rato más hablando con Kion.

-Entiendo Kion, son muy buenas técnicas, pero algunas de ellas son difíciles de aprender y yo no tengo un compañero para practicarlas- comento Nuka.

-Bueno si no te molesta, puedo reunirme contigo todas las mañanas para que aprendas las técnicas-

- ¿En serio harías eso por mí? ¿Por qué? – pregunto Nuka aun sintiendo algo de desconfianza.

-Como supongo que ya sabes, Zira es mi pareja, y así como me importa ella, también me importan ustedes- dijo mirando a Nuka con una sonrisa.

Este tenía una cara de asombro –Vaya, nunca en mi vida alguien se había preocupado así por mí, ni siquiera mi madre...Kion, de alguna manera el tiempo que mi madre pasa contigo la hace ser más cariñosa con nosotros, no estoy seguro del porqué, pero gracias, cuando llegaste por primera vez desconfiaba completamente de ti y de tus intenciones, pero ahora estoy dispuesto a darte un voto de confianza- Dijo Nuka ofreciéndole la pata en señal de amistad, Kion la estrecho, feliz de saber que por fin se estaba entendiendo con Nuka.

Después de esto salieron a practicar algunas técnicas las cuales a Nuka le costaba entender al principio, pero con el tiempo las fue aprendiendo, aunque aún le faltaba mucho para perfeccionarlas, luego Kion y las leonas decidieron ir a cazar un par de presas para desayunar, mientras su nueva familia lo esperaba en la cueva.

Luego de comer, Kion se fue para reunirse con la guardia del león y comenzar así su patrullaje matutino.

Mientras tanto en la roca del rey, Kiara noto que Kion no había venido en toda la noche, esto la hizo preguntarse a donde había ido su hermano, al parecer solo ella lo había notado, pues todos pensaban que Kion había salido muy de mañana, así que se decidió averiguar a donde iba si volvía a salir en la noche.

A la segunda noche al igual que la anterior, Kion se levantó en mitad de la noche y salió de la cueva, Kiara se hizo la dormida y después de que este saliera se levantó dispuesta seguirlo, Kion después de alejarse varios metros de la roca del rey salió corriendo, Kiara solo lo siguió después de ver la ruta que había tomado, mientras se guiaba por el olor para poder localizarlo.

Después de un rato llego a un amplio pastizal alto y siguiendo el olor entro en él, Kiara estaba cerca así que decidió aumentar la marcha y comenzar a correr, pero de repente una sombra apareció ante ella y sin tiempo a frenarse, choco directamente con ella, al darse cuenta con lo que había chocado noto que era un león, más o menos de su edad este inmediatamente se levantó y comenzó a gruñirle, lo cual hizo que ella se pusiera de pie rápidamente.

Kiara estaba un poco asustada mientras el león se acercaba a ella gruñendo, de repente el león de melena oscura dejo de gruñir y comenzó a mirarla con curiosidad –¿Kiara? –pregunto el león sorprendido de verla.

Kiara al escuchar su nombre se extrañó y comenzó a denotar mejor el rostro del león que estaba frente a ella, de repente los recuerdos la invadieron –¿Kovu? – contesto aun sin poder creerlo.

Kovu al escuchar que la leona pronunciaba su nombre, sonrió de oreja a oreja incapaz de ocultar su alegría al volver a verla - ¡Kiara! Que gusto verte de nuevo- exclamo el león con gran alegría.

Zira: Redención y venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora