(15) Sigue soñando, tómalo como suerte.

6 4 0
                                    

Capítulo 15

Zeus

— ¿Algo que tenga que compartir joven Cavalier? — pregunta el profesor en mi dirección. Al no recibir respuesta sigue con su clase. Estaba recibiendo unos mensajes de Gray, no habíamos podido vernos esta última semana.

Leí el último mensaje nuevamente y sonreí como un estúpido.

«No renunciaré a mi sueño, seguiré durmiendo, adiós»

— Hola cariño, ¿Por qué me andas ignorando? — suspiro tratando de encontrar algo de paciencia.

— No te ignoro Lara, simplemente disfruto de mi soledad.— respondí tomando un sorbo de mi bebida.

— Disfrutarás  mucho más con mi compañía.— otra vez no.

¿Ahora como le digo que no me gusta su intensidad? Lara es una chica bastante atractiva y me parecía un poco divertida al principio pero después de llevarla a la cama todo cambio, se volvió molesta, e intensa, cada vez que podía trataba de huir, pero era buena en la cama, razón por la cual seguí llevándola los hoteles de mi familia, pensé que entendía que solo era sexo ocasional, las cosas se pusieron incómodas después de que se me declaro y la rechacé, no quería que malinterpretara nada.

Pensé que todo volvería a la normalidad hasta que escuché una conversación entre sus amigas donde claramente no había entendido que no quería nada más allá de sexo ocasional.

— Lara ya tuvimos esta conversación, me estoy cansando de esto, te lo estoy advirtiendo. — me levanté y me fuí sin dejarla decir alguna palabra más.

— ¿Por qué te atraviesas imbécil? — Su voz, sin percatarme había interrumpido su paso al levantarme.

— ¿Tan temprano demostrando tu adoración por mí, Macay? — le regale una sonrisa forzosa.

— Ya quisieras tarado, casi tiro toda mi comida por tu culpa— sus ojos estaban fijos en su comida, solía hacer eso cuando estaba muriendo de hambre, algunas cosas no cambian, reí un poco.

Le abrí paso y se sentó en una mesa desocupada, la seguí y me senté a su lado, — ¿Qué quieres? Lárgate antes de que acabes con la poca paciencia que te tengo. No abuses.

— Veo que hoy no amanecimos con el pie derecho.

— Por desgracia no, no pude dormir en toda la noche, pensando en lo que me dirán hoy los policías.— era extraño entablar nuevamente una conversación más extensa con Macay, pero disfrutaba tratar de ayudarla a calmarse.

— ¿Averiguaron algo más?

—Sí pero no quisieron darme más detalles, solo que tienen sospechosos, vendrán más tarde a la mansión.

La veo comer con tranquilidad como si comer fuera lo único que le quitara la molestia que está sintiendo, me preocupaba que estuviera así— Ven vamos.— la invité siendo conciente de que tendría más oportunidad de que me pegará una cachetada antes de aceptar.

— ¿No te avergüenza que te miren con este monstruo? — pregunto con tranquilidad, me sorprendió porque aún no se había negado.

— La pregunta correcta es, ¿No te avergüenzas de estar con este imbécil?

— No tengo otra opción Zeus, sabes demasiado y aún no tengo instintos psicópatas.— sus chistes malos volvieron, de pronto no estaba tan enojada como creía.

Me reí, — Bien me siento afortunado de aún seguir con vida

— Eres afortunado, ahora déjame comer en paz. Siguió viendo con adoración a su comida mientras probaba un poco de cada cosa con cierta desesperación.

— Claro que sí, jefa.

(...)

— Y bien, ¿Para que me trajiste aquí?

— Solo quería terminar lo que nos interrumpieron ayer.— le digo muy cerca de su máscara.

— Sigue soñando, tómalo como suerte.

—¿Suerte?

— Sí, suerte, fue un pequeño percance lo de anoche, sin mencionar que el alcohol nos hace hacer y decir estupideces, ¿No crees? Además, tú estás saliendo con una chica.

Por un momento lo olvidé, actúan tan similar que parecían la misma persona— Tienes razón, y disculpame lo de ayer no te vuelvo a poner en esa situación.

— No hay nada que disculpar, solo no hay que repetirlo, porque te recuerdo Zeus, yo no soy segundo plato de nadie, además estoy saliendo con alguien.

—¿Quién es? ¿Lo conozco?

—Debo irme, se me está haciendo tarde.

Sabía que estaba huyendo, — Bien, te llevo, a tu abuela le encanta vernos juntos.

— Sabes que no es así,  debo volver a clase.— miraba a otro lado sin verme a la cara, no estaba nerviosa pero no me miraba a los ojos.

— Que aburrida eres.— le dije tomando su máscara para que me mirara a los ojos, hasta que por un momento lo hizo.

— Sí lo que digas, adiós, espero que te vaya bien en tu cita.— se safo y se fue casi corriendo.

Espera…. Yo nunca le dije que tenía una cita.

Reto de novios ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora