(17) Aquí estoy, no estás sola

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Capítulo 17

Macay

- Al fin llegas hija, te estábamos esperando- vi extrañada como todos mis primos estaban en el comedor.

- Mamá podrías decirnos rápido que es lo que tienes para decir, tengo cita en la estética a las ocho de la mañana, y no puedo llegar tarde.- Ay tía Morgana algunas cosas no cambiaban en tí.

Me senté al lado de Michel, Mack no estaba, - Hoy habrá una reunión en el instituto de los chicos, y quiero decirles esto antes de que se enteren por alguien más, todos ustedes deberán estudiar en el mismo instituto donde están Macay, Mariza, y Michel, claro, solo si quieren aparecer en mi testamento.- hablo mi abuela antes de meterse un bocado de omelette en su boca.

Unos miraban a mi abuela furiosos, otro con incredulidad, - ¿Por qué decidiste eso tan repentino?, Nunca antes habías tenido problemas con que estuviéramos en diferentes instituciones.- Marina se escuchaba sorprendida.

- Tienes razón nunca antes habíamos tenido ningún inconveniente, pero ahora seré socia mayoritaria de la propiedad de la Escuela Reyes Ribet. Y quiero llevar un control mejor de las calificaciones de mis nietos, tienen que ser sobresalientes, para los que están interesados. - mi abuela la miro con detalle después de hablar.

Esto debía ser una conspiración del mundo contra mí, tenía un momento de paz, y solo lo conseguía estando en el instituto ahora también tendré que aguantar los en el mismo espacio de clases.- Eso sería todo ya pueden retirarse, a los que estén interesados Sonia les dará un documento para llenar, lo pueden llevar más tarde al instituto pasaré todo el día por allá, ahora déjenme desayunar tranquila- dejo de mirarnos y nos ignoró por completo para seguir comiendo como si lo que acaba de decir no fuera una completa estupidez.

Todos asintieron incómodos y solo se fueron en silencio sin despedirse de nadie, no entendía a mi abuela algo estaba tramando, - Miriam te espero en la noche en la institución, debo hablar contigo.

- Está bien abuela.- respondió esta.

Al retirarse todos, quedamos solo mi abuela y yo en la mesa, hasta mis primos se sintieron incómodos por la decisión de esta, la mires y ella estaba comiendo con tanta tranquilidad que me molestaba- ¿Por qué hiciste eso? No te basta controlar a mis tíos, también lo harás con mis primos

- No me hables en ese tono Macay, y no discutas mis decisiones.- hablo en un tono duro

Oh abuela, también te puedo dañar la mañana- Tienes razón, no discutiré tus decisiones de mierda.

- Escúchame, - pegó las manos en la mesa haciendo eco alrededor, me sorprendió su acción, aunque no se lo demostré -me he aguantado tus caprichos desde que llegaste, pero ya me he cansado de tener que tolerar las groserías de tu parte.

- No te pedí que me trajeras de vuelta a este lugar.- le contesté con mucho enojo.

- Hice lo mejor que pude.

- No te atrevas- la frené.

-Sabes perfectamente que yo también perdí algo, pero tú solo te hundiste en tu dolor, y no pensaste en nadie más.

- No, no sabes el dolor que he pasado, ni el dolor que he vivido desde que volví por tu culpa, no saques temas de los que aún no estas preparada para discutir, tu perdiste a tu hijo, yo perdí a mis padres y quedé completamente sola.- sentía las lágrimas rodar por mis mejillas aunque ella no pudiera verlas.

- No tienes que repetirlo, porque cada día el peso aumenta recordando que si no le hubiera dicho nada a tus padres de mandarte al internado, no hubieran usado el coche. - el dolor en su voz era notorio pero no me importaba, ya no me importaba.

Reto de novios ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora