[🥀sukuna y tu 🌕] lazo inquebrantable

capitulo 1

♤ Era Heian hace mil años°

En un mundo envuelto en sombras y desgracia, donde los templos eran protegidos por poderosos clanes y la tecnología que conocemos hoy en día era inexistente, reinaba una deidad temida por todos: el rey de las maldiciones, Sukuna Rjomen. Su dominio se extendía sobre los hechiceros y la oscuridad que lo acompañaba causaba desgracia en cada rincón. Sin embargo, en medio de esta era de caos, existían clanes valientes que se alzaban en contra de su tiranía, buscando desesperadamente poner fin a su reinado y traer paz al mundo.

Sin embargo, no todos los clanes compartían la misma valentía y determinación. Había un clan en específico, no muy conocido, cuyo líder temeroso de las represalias del rey de las maldiciones, optó por una estrategia diferente. En lugar de enfrentarse a Sukuna, decidió ofrecer algo a cambio de que no le hiciera nada a su gente, sin que su clan se diera cuenta de lo sucedido. Este líder se encontraba en una encrucijada, sin saber qué hacer, pero su mayor deseo era mantener a salvo a las personas que estimaba.

Decidido y con el corazón lleno de temor, se adentró en el templo de la maldicion. Cada paso que daba resonaba en el silencio sepulcral del lugar, mientras su mente y su cuerpo le advertían del peligro que acechaba en aquellos oscuros pasillos.

Finalmente, llegó ante la imponente figura de Sukuna. La mirada intimidante y penetrante del rey de las maldiciones parecía seguir cada uno de sus movimientos, envolviéndolo en un aura de temor y respeto. El aire se volvió denso y cargado de una energía siniestra, creando un ambiente opresivo que hacía que cada fibra de su ser anhelara huir. Sin embargo, su determinación y el amor por su clan lo mantuvieron firme en su lugar.

Con voz temblorosa pero decidida, se escucho en la habitación -Oh, gran Sukuna Rjomen, en este momento te ofrezco mi sumisión y lealtad. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para mantener a salvo a mi clan-. Sus palabras resonaron en el templo, creando un eco que parecía penetrar en lo más profundo de su ser.

Un escalofrío recorrió su espalda mientras esperaba una respuesta. El aire se volvió aún más espeso, casi tangible, y la presencia opresiva de Sukuna se hizo más intensa en la habitación. Entonces, una voz siniestra y poderosa resonó en todo el lugar, envolviendo al hombre en un escalofrío que recorrió cada centímetro de su piel.

- acepto tu sumicion pero no me es suficiente lo que me estas ofreciendo-, hablo Sukuna con una voz llena de malicia y poder le encantaba ver la desesperación en los ojos de los demás eso le hacia sentir superior que tenía el control de la situación.

-¿Qué es lo que deseas de mí? Lo daré si eso mantendrá a salvo a mi clan-. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba la respuesta de Sukuna, consciente de que el precio que se le pediría podría ser demasiado alto

-Déjame pensar,- Sukuna tomó su mentón fingiendo pensar, disfrutando de la incertidumbre y el temor en el rostro del hombre.

Finalmente, una idea maliciosa llegó a su mente. Con una sonrisa retorcida,-Quiero a tu primera hija. Ella será mía cuando cumpla los 17 años se casara conmigo-.