capitulo 6

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Una semana después

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Una semana después

-Entonces, ¿qué decisión tomaste?- preguntó Úmiko, con sus ojos explorando el techo antes de fijarlos en mí, esperando ansiosamente mi respuesta.

-Voy a casarme. No puedo permitir que mi clan muera por mi culpa. No soy capaz... no soy tan egoísta- respondí, sumergida en la contemplación del hermoso paisaje que se extendía más allá de mi ventana.- a veces uno tiene que hacer sacrificios ¿Verdad?- Mis palabras salieron en un susurro y mi mirada se poso en mi hermana que yacía recostada en mi cama

-a veces uno tiene que ser egoísta- argumentó -Aún no puedo creer que nuestro padre haya sido capaz de hacer algo así- añadió con un deje de enojo

-Olvidemos esto por un rato- dije mientras me acercaba a ella, una risa cálida iluminando mi rostro. -¡Hay que festejar!- exclame con entusiasmo, contagiando mi alegría a mi hermana.

-Y ¿qué vamos a festejar?- preguntó sentándose en la cama y arqueando una ceja con curiosidad, seguida de una risita juguetona.

-Déjame pensar- coloque mi mano en mi mentón mientras pensaba en algo especial. -¡Vamos a festejar tu boda y...- hice una breve pausa, -Mi tiempo de libertad- añadi con un atisbo de melancolía.

-No tenemos alcohol- levanto sus dos cejas soltando una risa encantadora.

-Déjamelo a mí- respondí, colocando mi dedo índice suavemente en su frente. -La experta en escabullirse- solte una risa juguetona mientras me dirigía hacia la puerta.

-¿Vas a robarle una botella de licor a papá? No te creía que fueras capaz, hermanita- su sonrisa se amplio aún más.

-No se dará cuenta... Además, luego le compramos otra- respondí mientras salía de la habitación

Con sigilo bajé las escaleras de puntillas con mucho cuidado de no hacer ruido cada escalón era un desafío, un susurro silencioso para no despertar ninguna sospecha. Una vez en el primer piso mis ojos se escudriñaron en cada rincón, como un ladrón en busca de su tesoro. Me dirigí hacia la estantería, donde mi padre guardaba los licores que había recolectado en sus viajes. Eran auténticas joyas líquidas, cada botella con su propia historia y valor.

Mis dedos acariciaron las etiquetas de cada botella sintiendo la testura áspera de estas. Buscaba la botella perfecta, la más preciada, la que simbolizaría mi venganza por haber sido condenada a un matrimonio con una maldicion.

Y entonces, mis ojos se posaron en la botella más grande. La tomé entre mis manos con cuidado, el líquido dorado que yacía en su interior parecía como si estuviera hecho de oro puro. De repente, una voz rompió el silencio

-¿Qué haces con mi botella?- preguntó, con los brazos cruzados y una mirada inquisitiva en sus ojos.

Solté un pequeño chillido del susto. No había sentido ni siquiera su presencia, tan sigiloso había sido. Mi mente trabajó a toda velocidad, buscando una excusa.

[🥀sukuna y tu 🌕] lazo inquebrantable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora