capitulo 8

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Durante dos semanas interminables, me las arreglé para visitar a mi hermana en secreto. A pesar de que mis padres constantemente iban al hospital, la mayoría de las veces mi tía me echaba de allí. A raiz de esto se desencadenaron peleas y discordias entre mi tía y mi familia. No sabía cuánto tiempo más tendría que soportar ver a mi hermana en ese espantoso hospital. El miedo a perderla me consumía día tras día, y la culpa me corroía sin piedad.

Mi mundo se redujo a las cuatro paredes de mi habitación. Incluso las tareas más simples se volvieron una montaña insuperable. El miedo se aferró a mí como una sombra persistente.

Tenía miedo...

Miedo de que mi familia sufriera daño...
Miedo de comprometerme...
Miedo de no poder proteger a mi clan, a mi familia...
Miedo de no poder controlar mi temperamento...

Miedo a él...

Las crisis y los colapsos se volvieron más frecuentes, y las pesadillas que antes eran insignificantes se convirtieron en un tormento insoportable.

El sonido de los pasos resonaba en el pasillo, creando una sinfonía de incertidumbre que inundaba el ambiente. Cada paso parecía acercarse más a mi habitación, y sabía que eran mis padres quienes se movían de un lado a otro. Me destapé lentamente, permitiendo que la tenue luz que se filtraba por la rendija de la puerta iluminara mi rostro pálido y cansado.

-Quiero estar sola- susurré con desgano, mientras volvía a cubrirme con las cobijas.

La mera idea de tener que lidiar conmigo misma ya era agotadora, y lidiar con mis padres en estos momentos parecía una tarea imposible. Habían intentado de todo para sacarme de mi habitación, pero yo me aferraba a mi soledad.

De repente, se escuchó una voz suave -puedo entrar-

Me destapé lentamente, mis ojos enrojecidos y hinchados por el constante llanto, se posaron en la pequeña luz. Sentí cómo mi corazón se apretaba en el pecho al escuchar el sonido de alguien apoyándose en la puerta, buscando consuelo en su solidez.

-No llores, sabes que no me gusta verte así. Se supone que eres la más fuerte- susurró con ternura.

sus palabras envolviéndome como un abrazo protector en medio de la tormenta emocional que me consumía.

-Por favor, no quiero... no quiero... no quiero... tengo miedo- dije en un susurro apenas audible, Las lágrimas amenazaron con brotar nuevamente

El silencio se hizo presente y mis sentidos se agudizaron al escuchaba el chirrido de la puerta al abrirse. Me aferré a las cobijas, como si ese simple acto pudiera ofrecerme algún tipo de protección.

Los pasos resonaron en la habitación, cada uno de ellos parecía retumbar en mi pecho. Sentí el colchón hundirse a mi lado, anunciando la presencia de alguien cerca de mí. Me acurruqué en la cama, abrazándome a mí misma, mientras mis sollozos llenaban el aire con su angustioso lamento.

-No quiero que te lastimen.. No quiero que mueran por mi culpa- balbuceé entre lágrimas

- mi niña no sabíamos lo que iba a pasar. No te culpes, por favor- susurró mi madre con ternura, mientras tomaba las cobijas y las apartaba de mi cuerpo tembloroso.

Sentí su presencia cálida y pude ver sus ojos llenos de compasión y amor, mientras me abrazaba con fuerza, como si quisiera ahogar mis miedos.

-Pero fue mi culpa- susurré con voz quebrada, dejando que mis lágrimas trazaran un camino de dolor por mis mejillas.

-Shh, no vuelvas a decir eso- ella sostuvo mi mejillas con ternura. -Es hora de que salgas de esta habitación-

-No quiero- respondí con temor, mirándola fijamente. Tenía miedo de que, una vez más, arruinara todo.

[🥀sukuna y tu 🌕] lazo inquebrantable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora