(jūnihitoe es un kimono que se utilizaba cuendo se iban a casar)
Úmiko y yo nos encontrábamos sentadas en uno de los sillones de la habitación, rodeadas de una multitud de jūnihitoe de colores vibrantes. Nuestra madre y tia, con expresiones emocionadas, sostenían diferentes telas frente a nosotras, evaluando cuál nos sentaba mejor.
El cansancio se reflejaba en nuestros ojos, ya que no habíamos podido conciliar el sueño debido a la noticia que se había propagado por toda la zona además del día tan ajetreado que habíamos tenido un día anterior. Los murmullos y susurros de los habitantes llenaban el aire, creando una atmósfera inquietante.
-Dos hombres muertos- mormure mientras escuchaba a las mujeres que se encontraban allí rumoreando sobre lo sucedido
No me sorprendía con todo esto de las maldiciones y como estaban en aumento era normal que los hechiceros y no hechiseros murieran a causa de esto pero también cabía la posibilidad que alguien que no fuera una maldición lo uniera hecho
-¡Eres una vieja chismosa!- exclamó Úmiko, levantando una de sus cejas con expresión burlona. -Pero dicen que los encontraron sin cabeza-
Sonreí con ironía ante su comentario. -Y me dices que la chismosa soy yo- respondí con sarcasmo. -Pero quién soy yo para criticar-
Sin embargo, nuestra conversación fue abruptamente interrumpida por nuestra madre y tia, quienes dejaron de hablar entre ellas para dirigirnos una mirada expectante.
-Pensándolo bien, los esposos también deberían estar presentes al menos para escoger el jūnihitoe- comentó nuestra tia, reflexionando sobre la situación.
-Pero...sayuri el no puede venir- añadió mi madre, dejando ver la complicación en la situación.
- hablo del esposo de úmiko- sayuri me miro con desprecio - no me interesa lo que haga ___-
Y una vez más mostró su desprecio hacia mi, mire a úmiko y mi madre quienes se veían enojadas, tosi con sarcasmo intentando que no armarán un escándalo en el establecimiento suficiente tenía con todo lo que estaba pasando para escuchar pelea
-¿Por qué no compramos los jūnihitoe y luego vemos si a nuestros esposos les gusta?- argumentó Úmiko con simplicidad, planteando una solución práctica.
-Podemos hacer la compra y luego dirigirnos al clan Gojo, donde se encuentra el esposo de Úmiko. Después, tú y yo iremos al templo donde se encuentra mi esposo- propuse con neutralidad.
-Yo las acompaño. Uno nunca sabe, tal vez necesiten refuerzos- umiko me miró de reojo, insinuando la posibilidad de que pudiera haber complicaciones.
-Refuerzos- susurré, entrecerrando los ojos. -¿A qué te refieres con eso?- pregunté mirándola interrogante.
- como sea yo me quedaré con los gojo tengo algunos asuntos que resolver- comento sayuri
-Me parece perfecto- Mi madre hablo, volviendo a centrar su atención en los jūnihitoe que tenía delante.
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[🥀sukuna y tu 🌕] lazo inquebrantable
DiversosÉl era completamente opuesto a mí. Sukuna Ryomen era la personificación de la muerte misma, mientras que yo solo era una chica que deseaba convertirse en hechicera no obstante todo eso me fue arrebatado cuando mis padres anunciaron que me casaría co...