Perfecta Para Él // Song Mingi

part 16

Van a odiar poquito al Mingi en este capítulo 🫢.

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Al día siguiente, al final de la jornada, salió de la galería sintiéndose algo deprimida.

Aquélla noche había quedado con San, pero la había Ilamado hacía un par de horas para decirle que tendrían que posponerlo porqué le tocaba hacer guardia.

'¿Qué más da?' se dijo la joven, en realidad no siente nada por él.

Sin embargó, lo cierto era que en los últimos días no hacía más que cancelar sus citas en el último minuto, y se estaba empezando a preguntar si no estaría mintiéndole con eso de las guardias.

Para colmo, cuando entró en el coche, este no arrancaba.

Se bajó y miró al coche irritada, dándole una patada a la rueda

Se había nublado, y estaba empezando a chispear.

Estupendo, tendría que volver a la galería para llamar al taller.

Sin embargó, en ese momento escucho una bocina, la cual sería su sorpresa al girarse y ver como se estacionaba detrás de ella la camioneta con el estampado del rancho Song, la cuál usa Mingi.

- ¿Algún problema?.- inquirió, jalandose el sombrero cuándo llegó a su lado.

Llevaba puesto ropa de trabajo y su corazón se agitó suavemente cuándo se detuvo juntó a ella.

- No.- mintió ella esquivando su mirada.- Es he qué... he olvidado algo en la galería.

Entrecerro los ojos.

Sabía que no le estaba diciendo la verdad. Era obvio por el modo en qué había titubeado al contestar.

- Tu coche no arranca, ¿verdad?.- le dijo sin dar tantas vueltas al asunto.

La joven se sonrojó, pero siguió sin mirarlo a los ojos.

-Voy a llamar al taller de reparaciones para que vengan.

- Yo te llevaré allí... Anda sube.

- ¡No quiero!.

Trató de apartarse un poco más de él, pero Mingi la agarró por el hrazo.

- No servirá de nada qué me evites.- le dijo con aspereza.- Me deseas. Tú lo sabes y yo también, puedo sentirlo nada más con tocarte.

El labio inferior de la joven temblaba.

- ¿Es qué no puedes dejarme tranquila?.- le rogó con la voz quebrada.- Sé que no quieres nada conmigo, ¿Acaso tienes qué seguir restregándomelo por la cara cada vez que me ves, lo estúpida qué he sido? ¿Tienes que atormentandome y burlandote de mi vulnerabilidad?.

El dolor de Helena hizo que Mingi se sintiera culpable.

Lo cierto era qué últimamente no comprendía por qué se estaba comportando de ese modo con ella.

Lo último que quería era hacerle daño o humillarla.

Sin embargo tal vez era una venganza inconsciente, porqué ni siquiera su viaje a Denver había logrado apartar a la joven de su mente.

Había conocido allí a una mujer atractiva y deseable, la había invitado a unos tragos, la había llevado a la suite de sa hotel pero... cuándo la rodeó con sus brazos y empezó a besarla, no sintió absolutamente nada. Su cuerpo, por primera vez, se negó a responder y despidió a su conquista de la suite, maldiciendo entre dientes cuándo se quedó a solas, irritado con el embrujo que Helena pareció haber lanzado sobre él.