III

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Holi, buenas noches mis gatitos hermosos que tengan una bonita noche y feliz día.

Feliz Lectura…



Bostezo viendo los libros de Carson que no parecen muy interesantes porque tiene puros de técnicas para matar y no gracias, no quiero saber que hace para deshacerse de las Brujas Negras que me están buscando. Cansada de eso me decido ir a la habitación que de todas formas debe estar cambiado a estás alturas, entro a la habitación para ver qué es un grave error.

Aprieto las piernas por la escena de mi esposo y su espalda descubierta cubierta por pequeñas gotas de agua que se pierden en la toalla que lleva enredada en la cintura.

Se gira a mí y no dudo en arder al verle todo el dorso descubierto, paso saliva, al verlo. El idiota sonríe, de ver mis gestos de ligero deseo por tener lo que ya tuve antes sobre mí dándome un placer delicioso entre mis muslos.

—También lo recuerdo—elevo los ojos a él que sonríe acercándose para ocasionarme un colapso—. Te sentía envolverme días después. Admito que tuve que masturbarme unas cuantas veces.

No puede decirme eso sin que me afecte, yo no recurrí a eso porque me dolía lo suficiente para saber que no fue suave y que su tamaño es el suficiente para causar ausencia en mi interior. De las veces anteriores que había tenido sexo nunca me había quedado doliendo como en esa ocasión.

Toma mi mentón para que sus ojos y los míos se unan en una mirada que amenaza con derrumbarme.

—La última vez quedé con ganas de despertar contigo—abro los labios sin entender que quiere decir con eso—. Está vez no.

Cuando menos lo pienso me besa como la vez anterior. Lleno de deseo. Me arroja contra la cama y se encamina a la puerta para cerrarla, se gira de nuevo a mí para avanzar y despojarse de la toalla para que mis mejillas ardan, sube sobre mi cuerpo sin dejarme procesar que quiere esto. Es un Cazador no debería sentir…

—Carson…

—¿Cómo te fue la última vez?—sisea sobre mí.

Mierda.

Su miembro está duro y listo para darme placer, joder, es más grande de lo que recordaba… toma mis manos para ponerlas a los lados de mi cabeza y luego sonríe abiertamente antes de besarme los labios con un deseo que me pone a jadear.

—Me dolía—murmuro entre besos—. Duré sintiéndote como dos semanas.

Gruñe.

Baja por mi cuello para dar besos suaves que me ponen más deseosa. Muerde mi piel provocando un gemido suave que lo hace reír contra mi piel. Mi cuerpo hace su voluntad y se mueve despacio contra él.

—Creo que es injusto que yo esté desnudo y tú no, ¿estamos de acuerdo?

Asiento como idiota.

—Te daré oportunidad de dejar que seas tú la que se ponga como yo.

Nos gira en la cama dejándome sobre él haciendo que lleve mis manos a la parte trasera de mi corsé, tiro del cordón para bajarlo y dejar mis senos al aire encendido esa mirada lujuriosa que vagamente recuerdo.

Puedo culpar a Nox de haberme drogado, pero el sexo con el Cazador es bastante bueno por lo que duré sintiendo y lo poco que recuerdo. Se incorpora para besarme el cuello con el deseo marcado en cada caricia, la ayuda que confirmo que no daría la hace en estos momentos bajando las mangas de mi vestido con cierta rudeza.

—Carson…

Me muerde en respuesta.

Gimo alto al sentir sus dientes en mi piel.

Sueños MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora