VII

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Me inspiré mucho en éste para que fuera mayor parte texto y nada de diálogo 🫣

Feliz Lectura…


Me quedó en la orilla de la playa viendo como atardecer y eso me pone a sonreír, recordando este mismo punto a mis padres. Ellos me traían cada tarde mientras mamá me prometía que algún día yo tendría la paz que ella tenía al estar con papá.

Ese día nunca llegará con la vida que tengo hasta ahora.

Me escondo del mundo en unas ruinas en las que llevó viviendo una semana. Para cenar hago concejo o pescado y por suerte encontré unas semillas de amaranto que hice como tipo sopa y con la magia ayudé a qué se conservará.

Me pongo de pie mirando el atardecer que deja paso a la noche. Mis pies me llevan al interior del edificio que huele a sal marina y a ese aroma curioso que sólo te llaga a la nariz cuando estás en casa y que sabes que ahí perteneces.

Todo el Templo está en ruinas y algunos espacios están intactos con la naturaleza tocando varias de sus paredes, incluso hay partes en los que hay plantas subiendo por la pared de roca que antes estaba limpia y adornada por cuadros sencillos. Me gustaba el lugar.

Voy a dónde recuerdo que estaba la biblioteca para encontrarme libros antiguos sobre magia y estrellas, sobre runas muy viejas para que sean recordadas por aquellos que no usan la magia en su vida cotidiana. Paso mis dedos por los lomos cubiertos de polvo, siento perfectamente el cuero que forra las páginas con mil letras que hablan de la magia y el poder de cada bruja. Papá me contó que cuando llegará el momento yo tendría que hacer mi propio libro para narrar lo que sabía que hacía mi magia, debía estudiarla los primeros veinte años de mi existencia para después hacer el ritual que me daría la vida realentizada como a ellos.

Mamá tenía veinte cuando hizo su viaje en el que volvió lista para que su vida se diera más lenta, su envejecimiento se haría más lento y su verdadera esencia llegó al hacerlo. Recuerdo vagamente que me dijo que antes de hacerlo tenía el cabello castaño oscuro y los ojos dorados… pero yo la recuerdo con el cabello plateado claro, con el cuerpo de una bruja negra joven, curveada y hermosa, recuerdo que sus ojos eran de un violeta llamativo que me encantaba y prometía tanto… su piel era blanca, más no pálida.

Era hermosa.

Papá por su parte… si hacía ejercicio, pero no en exceso como lo hace Carson o su amigo Cazador; a él le encantaba montar y perderse por horas en el bosque que rodea el templo. Papá estudiaba las plantas para encontrar cosas nuevas para sus pociones. Antes de que mi padre hiciera su viaje, recuerdo que dijo que su cabello era como el mismo carbón y que sus ojos eran marrones, su piel era morena ligeramente oscura… hasta que llegó su momento, donde el cabello se le torno color rojo como la sangre, sus ojos se volvieron dorados en un tono peculiar y su piel se volvió un poco bronceada, además de ganarse ese físico con el que lo recuerdo.

Una pareja extraña y a la vez caótica.

De esa versión fue de dónde salí.

Tengo el cabello rojo de papá, los ojos violetas de mi madre y su color de piel así como la nariz refinada, pero no sus atributos, esos… no he hecho el encantamiento y dudo hacerlo que se supone que debo tener un cable en tierra para poder hacerlo.

Y mis cables… ya no los tengo. Nunca he tenido uno además de mis padres, por lo que paso saliva viendo que soy patética y que si mi abuela me encuentra no tendré de otra más que casarme con un brujo tarado que la abuela no me pondrá con alguien… niego despacio antes de encender una llama que me sigue por dónde camino.

Llegó a la que era mi habitación y en donde llevo durmiendo varios días, Nox está en el marco de la ventana viendo a la noche profunda que se mantiene en el cielo con estrellas y la luna pintadas en su azul oscuro siendo el fondo.

Sueños MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora