Gracias a todos los angélicos que están conmigo en este proyecto... Les haré unas preguntas a lo largo de la novela y me gustaría sus respuestas ❤️
Feliz Lectura...
De acuerdo, ahora sí me sorprendió.
No esperaba que Arixa mandara a una loba a traerme mis cosas, tomo la espada para desenfundarla y ver su inscripción.
"Thia Maxis Netca Morti"
La frase de mi padre en el idioma antiguo que usaba. Ladeó los labios viendo la espada que tomé de aquella vieja caverna que conecta con una de las tumbas de alguien ya muy olvidado.
La traducción de la frase es muy sencilla: la magia nunca morirá.
—Eres la heredera del clan de tu abuela—levanto la cabeza a ella para mirarla con cuidado—. Sería bueno que retomarás lo de entrenar—lo dice ahora fuera de mi cabeza—. Se ve mal que la esposa de un Cazador no sepa pelear con espada.
Ruedo los ojos escuchando lo que dice Arixa, pero no por eso me dejó atormentar. La abuela consideró que una bruja debe defenderse con la magia, y que es su mejor arma, pero hay cosas que nos dejan sin el poder con el que nacimos. Un par de cosas más fuertes que otras.
La espada era de mi padre, creí que Arixa la destruiría, pero me la está entregando de nuevo. Dejó la espada en su funda antes de pasarme al arco y carcaj que fueron regalo del padre de la loba que me observa desde la mesa mientras contempló mis cosas. El carcaj tiene la silueta de una rosa dibujada en el mismo cuero negro.
Miro de nuevo el arco que tiene runas de protección, matar una bruja en defensa propia es cómo se garantizaba mi seguridad y luego paso la vista a algo que sale de un recipiente...
—¿Harriet?—mis ojos se quedan fijos en las flechas negras.
Las que mejor sirven y yo diseñé.
Cada parte de la flecha está realizada para perforar y restringir de la magia a una bruja negra, no habrá salida una vez impacte en el cuerpo del ser al que le dio.
Las hice pensando en una sola bruja.
Mi abuela.
Me costó un poco de sangre, casi tres kilos de obsidiana negra y plateada, roble negro del bosque sangrado de Arias... y las plumas de un Ruiseñor de Metrias, que es sumamente raro por ser de color plateado tornasol en tonalidad opaca con el negro. La punta de la flecha está impregnada con mi veneno. Pétalos de bugambilia negra. El arma perfecta para prohibir la magia en cualquier bruja por más poderosa que sea, perderá la magia en cuestión de segundos y el dolor es el doble de placentero de ver.
—¿Sigues pensando que ella es la razón de tu miseria?—para sorpresa de todos lo dijo una voz masculina que reconozco bien y también la mayoría—. Ella no fue la causante de la miseria que tu padre arrastró a nosotros cuando...
—¡No me quiso entregar, Surial!—no a su suegra—. Es justo por esta maldita razón, que prefiero la cama de Carson a la tuya—el mundo a su alrededor parece derrumbarse—. Mil veses su cama que la tuya...
Soy más rápida que él.
La punta de una de mis dagas termina clavada en una de sus piernas haciéndolo doblar de dolor, la sonrisa en mis labios es de frialdad pura. Estoy harta. Cansada de lo mismo.
—Ahora pon atención—digo calmada deteniendo a los Cazadores que tardaron en levantarse—. Soy la hija de mi padre y de mi madre... fui entrenada por el mismo Tiberius Morganus, soy la hija adoptiva del difunto Alfa Frederick Morsen... y para tu mala puta suerte, la esposa del Cazador heredero de la maldita aldea que está cerca del castillo, así que piénsalo dos veces antes de ponerme una mano encima.
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Sueños Malditos
FantasyHarriet siempre ha sabido que estar con su abuela es lo peor que podría pasarle a ella y a la humanidad, por lo que siempre se ha refugiado en donde la guerra deja destrucción. Por azares del destino termina con los Cazadores de Brujas que la recibe...