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DEJA DE PITAR

Pues deja de tardar tanto
Pesada

Mi madre está dormida

vaaaamos

VOY VALE
UF

Me revisé una vez más ante el espejo. Me gustaba en vestido azul marino que había elegido. Me quedaba bien. Me lo habia puesto con unas medias negras y unas bitas, porque no era plan el morir congelada. Cogí la chaqueta y el bolso y salí de casa.

Cuando por fin salí, Ro seguía pitando sin parar. Y no dejó de hacerlo hasta que entré en el coche.

—Tú no estás bien —le espeté

—Habíamos quedado a las cinco.

—¡Son las cinco y tres! —protesté

—Pues eso —respondió seriamente— Llegas tarde.

Puse los ojos en blanco y apenas me había abrochado el cinturón, Ro pisó el acelerador y salimos prácticamente volando. Casi pegué un chillido. Me agarré al asa de la puerta con fuerza.

—¿Por que siempre tienes que conducir como un loco? —pregunté, temiendo por mi vida

—Así llegamos antes.

—Preferiría llegar viva.

Él no me hizo ni caso, y aceleró para pasar un semáforo justo antes de que se pusiera en rojo. Intenté no chillar, agarrándome al asa de la puerta con más fuerza.

Por dios, si llegábamos sin acabar hechos papillas, sería un milagro.

Miré a Ro, tan concentrado en conducir sin matarnos, que no se dio ni cuenta. Era guapísimo, y me preguntaba como había podido pasarlo por alto hasta entonces. Siempre había sabido que era atractivo, claro, pero nunca lo había visto como nada mas que el hermano mayor amargado de mi amiga.

Ahora lo veía de forma completamente diferente.

No sabía cuando había sucedido exactamente. Pero esas semanas habíamos estado viéndonos bastante, y ahora no creía se capaz de dejar de hacerlo.

Aunque aún no nos habíamos besado. Igual él no quería hacerlo. Yo pensaba que acabaríamos saliendo, pero igual solo estaba siendo tonta. Haciéndome ilusiones y esperanzas. ¿Por qué pensaba que acabaríamos haciéndolo? Él no me había dado ningún motivo para pensarlo.

No sabia ni lo que éramos. No creía que fuésemos nada. Al menos, él no había dicho que lo fuéramos. En realidad ¿que habíamos hecho hasta ahora? ¿Quedar un par de veces? Nada, eso era nada. Me estaba haciendo ilusiones por nada.

Pero tenia tantas ganas de besarle... pero no podría hacerlo sin mas. Si lo hacia, si daba ese paso, tenía que estar segura. Segura de que él también quería, que saldría conmigo, que no me dejaría tirada en dos días.

Si no, todo se complicaría demasiado. Si le besaba y luego no quería volver a verme más, no podría soportarlo. Sofi me odiaría. Ya le parecía extraño que pasase tanto tiempo con el "insufrible de su hermano" y no paraba de preguntarme si había algo entre nosotros. A lo que yo le respondía que no, porque no lo había, o no sabia que era lo que había, en todo caso.

Alba y RoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora