MARTIN
Me desperté al día siguiente, sin rastro de Juanjo por toda la casa. No sabía donde había ido, y tampoco es que me importará mucho.
Pase la mañana solo, no me apetecía salir de casa y tampoco es que tuviera nada que hacer. Cuando termine de comer, recibí una llamada de Álvaro.
A ver que quería este chico ahora.
—Hola mi niño, guapo, precioso, bello, hermoso... — me tiro incontables piropos, a pesar de que yo reí, sabía que me estaba haciendo la pelota.
—Que quieres, Álvaro.
—Como me conoces... pues mira, esta noche tenía planeado salir con Paul y Bea pero al parecer Bea no puede y pues, no quiero estar solo con Paul..
—Álvaro, es domingo, mañana tengo clase. — rodé los ojos sabiendo que quería que le acompañara.
—Venga, porfi. Nunca te pido nada. Hazme el favor esta vez. — casi me rogó.
—Y porque no quieres ir solo con Paul? — sonreí de lado.
—Pues, por razones obvias. Tu calla y acompáñame, porfavor. — resoplé tirándome en el sofá.
—Esta bien, pero no hasta muy tarde, eh? — le advertí, ya me lo conocía.
—No, no. Tranquilo. A las ocho paso a por ti, estate preparado. — pude notar como sonreía ampliamente a través del teléfono.
En cuanto terminó la llamada, escuché la puerta del piso abrirse.
—Hola. Que tal? — no me hizo falta girarme para saber que era la seca voz de Juanjo.
—Bien, hasta que has llegado. — le sonreí sarcasticamente.
—Qué majo que te has levantado hoy, no? — me devolvió la sonrisa irónica, dejando la chaqueta en un perchero de la entrada y acercándose hasta el salón.
—Si, demasiado. — me deje caer al respaldo del sofá. — Voy a salir con Álvaro a las ocho.
—Pues mira tu que bien, un poco de paz. — le miré ofendido y con más ganas de cargarmelo que de costumbre. — Porque me miras así? Si tu estás gracioso, todos podemos estarlo.
Pero y este quien se había creído que era?
Dejó las llaves del coche de un golpe en la mesa que incluso llegó a asustarme. Juanjo fue hasta su habitación, casi acelerado, y cerró de un portazo.
—No comes?! — me arrepentí un poco de hablarle así, cuando ayer había sido muy amable conmigo.
No recibí una respuesta por su parte. Genial, ya le habías cabreado Martin. Rodé los ojos, siempre se comportaba como un niño pequeño, no era nada nuevo.
Bufé y me levanté dando yo también un portazo al entrar a mi habitación. Ya me había dado la tarde.
...
El reloj marcaban las ocho en punto, ya estaba arreglado y preparado para salir con Álvaro y Paul. La verdad, a pesar de mañana tener de madrugar, tenía especiales ganas de salir de fiesta después de la pelea que había tenido con Juanjo.
Salí de casa cuando me llegó un mensaje de Álvaro diciéndome que bajara, no sabía cómo se había enterado de que ahora vivía aquí, aunque tampoco le di muchas vueltas, sabiendo como es Ruslana se lo habría dicho a medio mundo.
Ni siquiera me despedí de Juanjo o le avisé de que me iba, ya me había dejado muy claro antes que se la sudaba a donde fuera.
Lo único que me preocupaba era una cosa. O tal vez una persona.
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golden hour - juantin
FanfictionMartin estaba destrozado. Juanjo intentaba que el brillo de sus ojos volviera aparecer. Y a pesar de sus diferencias, un par de mentiras servirían para que los dos cayeran en las redes del amor.