Enemistad o... ¿Amor? (Drarry)

Sinfonía propia

Las horas para que el baile de invierno comenzara cada vez se hacían menos, con chicas esmerandose en su apariencia para el baile, queriendo ser la más "bonita" —aunque realmente todas eran muy bonitas—, y chicos vistiendose elegantemente para sus citas.

Draco dijo que iría solo, pues no podía soportar el toque de nadie como para estar bailando. Pansy iría con un chico de Ravenclaw que la había invitado, Blaise dijo que iría solo... Pero no específico por qué. Mientras que Theo mantenía en secreto con quién iría al baile.

Del lado de los Gryffindor, desanimadamente Harry y Ron se preparaban para ir junto a las gemelas Parvatil, mientras Neville nerviosamente se arreglaba la pajarita para ir con Theo, sabían que Hermione iría con Krum, mientras Dean y Seamus irían solos.

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Todo el salón estaba encantadoramente decorado, con guirnaldas y típicas decoraciones Navideñas, con estilo muggle mezclado con el estilo mágico.

La gente bailaba de manera en que demostraran que tenían clase y habilidad, siendo el baile abierto por los Cuatro Campeones.

Poco a poco los demás alumnos y hasta profesores se sumaban al baile. Theo bailaba con Neville en una parte alejada de los demás, o más bien ellos creían eso porque estaban casi en el centro de la pista, pero en su propio mundo.

—Te ves jodidamente hermoso esta noche... —susurró Theo en el oído de Neville, haciendo que la piel del Gryffindor se erizara, mientras daba una vuelta por el baile.

Sentir dos de sus manos juntas, mientras que una de las manos del Slytherin estaba firmennte posada en su cintura eran ya demasiadas sensaciones abrumadoras para él, y sumadas las frases que le decía el italiano, junto a cortos besos en el cuello, hacían un plus que... Ciertamente hacían revolotear sus hormonas, recordándole el adolescente de 14 años que era.

Sus mejillas acaloradas y sonrojadas no lo ayudaban a verse menos lindo a los ojos de Nott.

—¿Estás avergonzado, bonito? —preguntó el Slytherin con cierto tono malicioso, dejando un beso en el cuello de Neville un poco más largo que los anteriores, agarrándolo más fuerte de la cintura para atraerlo más hacia si mismo.

Neville no pudo evitar soltar un corto suspiro. Le gustaba, pero... Era muy vergonzoso.

Su vista se enfocó al otro lado del salón, dónde Harry estaba junto a Ron, con su misma cara abatida desde hace días. Y en la otra punta, Draco observando todo con una bebida en la mano, los ojos llorosos por una razón que Neville no conocía y con una cara igual o hasta peor que la de Harry.

—Theo... —pronunció, separándose levemente del otro chico.

El castaño sonrió leve.

—¿Qué pasa, bonito? ¿Estás incómodo o algo? —dijo, pasándole una mano por el cabello.

—No. Es que... Mira a Harry y Draco, Theo, tenemos que hacer algo.

La vista de Theo se enfocó en ambos, frunciendo los labios en una línea de seriedad. Era cierto, tenían que hacer algo.

—Llevate a Ron y yo me encargo de juntarlos —demandó el Slytherin—. Pero no te vayas, tú y yo nos vemos después, bonito.

Theo le guiñó un ojo, dirigiendose hacia donde estaba Draco, y Neville yendo hacia donde se encontraban Ron y Harry.

Con una seña, el Gryffindor pelinegro se llevó a Ron, Theo se dió cuenta de que era momento de actuar.