Draco estaba que explotaba de emoción, pero por dentro claro.
Se encontraba en su sala común y no iba a demostrarle su emoción a sus compañeros.
Theo lo miraba de manera sospechosa, de reojo, mientras pasaba su mirada a su libro de nuevo, mientras que Pansy y Blaise se tiraban miradas cómplices.
—Oye Draco... ¿Hay algo que quieras decirnos? —empezó a decir Pansy.
Malfoy sabía a lo que se referían, sin embargo quiso hacerse el tonto.
—No, ¿debería haber algo que contarles? —Theo entrecerró los ojos al escuchar aquello, cómo diciendo: "yo sé lo que ocultas, Malfoy"
Como buen Slytherin, Draco no se iba a dejar llevar por aquello, así que decidió ignorarlos e irse a dormir, dejando con la duda de que pasó después de que fuera tras Potter.
☆゚.*・。゚
Harry aún pensaba sobre lo que había pasado. ¿Enserio Draco Malfoy le había propuesto de vuelta ser amigos? No sé la creía del todo, era... Simplemente increíble para él.
Sin embargo, no le había contado nada a Ron ni a Hermione por miedo de ver su reacción, seguramente le dirían que estaba mal de la cabeza por aceptar una amistad de parte de la serpiente Malfoy.
Ron le había preguntado mil veces que le pasaba, que en que pensaba tanto, pero Harry no le había dado respuesta.
Esa noche volvió a soñar lo mismo, que perdía a alguien importante para él.
En la mañana las 4 casas ya se encontraban en el Gran Comedor, observando cómo el Cáliz de Fuego elegía a los tres campeones.
Victor Krum, Fleur Delacour y Cedric Diggory. Eran los Tres Campeones ya elegidos.
Pero antes de que Dumbledore pudiera pronunciar otra palabra, del Cáliz salió otro pedazo de papel quemado.
—¿Harry Potter? ¡Harry Potter! ¿¡Dónde está Harry Potter!? —gritó eufórico Dumbledore.
Mientras en la mesa de los Gryffindor, Harry no sabía que pensar ni hacer. ¿Quien carajos había puesto su nombre ahí? Esa era su mayor pregunta.
Presionado por Hermione se dirigió a dónde estaban los demás campeones, bajo la atenta mirada y cuchicheo de los presentes.
—¿Harry, tú pusiste tu nombre en el Cáliz? —preguntaba Dumbledore, aparentemente enojado.
Harry, sin aparentar nervios, respondió:
—No, señor.
—¿Le pediste a alguien que pusiera tu nombre por ti? —volvió a preguntar, impaciente.
—No, señor —daba la misma respuesta.
—Pasa con los demás campeones —exigió Dumbledore.
Harry fue hasta llegar donde se encontraban Delacour, Krum y Diggory. Recibiendo una severa mirada de parte de Snape.
Mientras tanto en el salón se escuchaban murmullos.
Un Slytherin estaba preocupado, mirando todo lo que sucedía. Mientras que Pansy, Blaise y Theo tiraban teorías sobre lo que podía haber pasado.
—¿Enserio se atrevió a poner su nombre en el Cáliz? —decía Pansy.
—No creo que haya sido tan tonto —respondía Theo.
—El Cáliz es un artefacto muy poderoso, aunque lo haya puesto no aceptaria su nombre —contradecía Blaise.
—¿Tú qué piensas, Draco? —preguntaron al unisono.
Draco desvío la mirada por un segundo del más joven de los Tres, o bueno, Cuatro Campeones para responderles.
—Pienso que deben callarse, nadie es tan estúpido como para poner su nombre en el Cáliz siendo mucho más joven. —y de tal manera volvió su mirada hacia el brujo de cicatriz.
☆゚.*・。゚
Primera persona: Harry Potter.
¿Qué había pasado? Esto debía de ser una broma. ¿Quién carajos puso mi nombre en el Cáliz? No es algo que yo haría, no quiero morir tan joven. El Torneo de los Tres Magos no es para mí, yo no quiero participar.
Para sumarle a todo, Ron, mi mejor amigo, no me cree en nada. Me duele su desconfianza de creer que haría algo a sus espaldas, y más algo como el torneo.
Lo primero que habría hecho, de querer participar, habría sido contarle a Ron, pero no, él no me tiene esa confianza.
Me siento tan frustrado respecto a esto, estoy prácticamente solo, Hermione con Ron y yo, solo sin saber a quien recurrir.
Estar pensando en el lago negro, con mil frustraciones en mente no ayuda para nada.
—Potter —pronunció alguien a mis espaldas. Giré para ver quién era.
Malfoy... ¿Qué quería él también? ¿Acaso venía a burlarse? No, ahora éramos "amigos". ¿Realmente lo éramos? Más preguntas se sumaban a la constante.
—¿Qué pasa, Malfoy? —contesté, sin fingir ánimos.
Él se me quedó mirando, cómo pensando que diría.
—No es bueno estar solo mientras tantas cosas están pasando —se apoyó en el barandal, a mi lado.
Me quedé en silencio, sin saber que decir exactamente. Sus labios también se mantuvieron cerrados en una fina línea, con la mirada perdida hacia el lago.
A pesar del silencio, no era incómodo, más bien se sentía tranquilo. La suave brisa alborotaba aún más mi cabello, mientras el de él se mantenía perfecto como siempre.
Suspiré pesadamente, y él decidió hablar nuevamente.
—Sé que no me tienes confianza, que recién empezamos a hablar de buena manera —hizo otra pausa, que pareció eterna—. Pero si necesitas algo, yo estoy para ti.
Me quedé sorprendido. ¿Draco Malfoy, el mismo Draco Malfoy estaba diciendo esas palabras? Era algo que no se presenciaba todos los días y que quedaría siempre guardado en mi memoria.
—Gracias —pronuncié débilmente, sin saber realmente como reaccionar.
—Oí que peleaste con la comadreja —y de nuevo... Sentí algo romperse dentro de mí.
Asentí, esperando que me viera.
Él volteó y yo hice lo mismo por instinto, quedamos cara a cara.
Sus ojos estaban clavados en mí.
Unos ojos grises que asimilaban dos tormentas.
¿A qué me recuerda esto...?
La mirada que dirigía me hacía sentir nervioso, parecía estar triste y desolada, aunque un pequeño brillo la acompañaba. A la vez que un misterio cubría la pupila.
Alzó la mano, mi cuerpo no reaccionaba.
—Si necesitas a alguien, estoy aquí, Potter —me ordenó el cabello, y acto seguido, giró y solo pude ver su espalda alejarse lentamente, dejándome aún más confundido de lo que yo ya estaba.
Sin saber que hacer, ni como reaccionar ante lo que había pasado con Malfoy.
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Enemistad o... ¿Amor? (Drarry)
Hayran KurguDraco Malfoy está cansado de fingir un odio hacia Harry Potter, buscando cambiar eso, idea un plan para volverse amigo de este. Y, en el camino, tal vez convertirse en algo más que amigos. Los personajes NO me pertenecen, son de la saga de libros Ha...