Capítulo 8

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El centro de Orario estaba repleto de personas, la mayoría ciudadanos de la ciudad, pero también había muchos aventureros, los cuales habían decidido dejar por un día sus actividades en el Calabozo para disfrutar de un día de entretenimiento durante el festival de la Monsterphilia.

Así mismo, una gran cantidad de personas procedentes de otras ciudades, países y reinos habían acudido también a disfrutar de la famosa festividad que se celebraba una vez al año en la Ciudad Laberinto.

Y debido a esta afluencia de personas, muchas tiendas, tabernas y restaurantes estaban abiertas, para así poder atender a los miles de asistentes al festival.

Precisamente en uno de estos lugares, en la terraza superior al aire libre de un lujoso restaurante, se encontraban reunidas las dos diosas más poderosas de Orario: Loki y Freya.

Ambas estaban sentadas en una mesa privada del local, la una frente a la otra, cada una con una taza entre sus manos.

Detrás de cada una de ellas, de pie, estaban dos de sus hijos.

Aiz, con su habitual estoque y armadura, se encontraba tras la diosa de cabellos rojos, con su habitual tono inexpresivo.

Por otra parte, detrás de Freya había un hombre de gran tamaño, un musculoso boaz de cabello castaño burdeos, ojos oscuros y piel bronceada, con una enorme espada a su espalda.

Por otra parte, detrás de Freya había un hombre de gran tamaño, un musculoso boaz de cabello castaño burdeos, ojos oscuros y piel bronceada, con una enorme espada a su espalda

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Vestía una camiseta azul sin mangas, sobre la cual había una placa metálica roja cubriendo la parte izquierda de su pecho, así como pantalones grises y botas color café.

Se trataba ni más ni menos que de Ottar, capitán de la Familia Freya y el aventurero más fuerte de Orario, el único que actualmente había llegado al nivel 7.

-Mmmmmm....delicioso...- Freya, con expresión relajada, dio un sorbo a su taza de té, degustando su sabor.

-Realmente el té que hacen en este lugar es el mejor de todo Orario, ¿no lo crees Loki?-

La diosa del engaño, la cual estaba en su lugar con expresión aburrida, soltó un bufido -Tch, ¿me has hecho venir hasta aquí solo para comentar el sabor de una puñetera taza de té, Freya?-

Se suponía que el día de hoy iba a estar junto a su hija favorita, en el Coliseo, donde algunos de sus hijos iban a combatir a los monstruos que la Familia Ganesha había reunido.

Sin embargo, de repente recibió un mensaje de Freya, invitándola a tomar un té con ella.

Loki podría haber simplemente rechazado o ignorado la invitación, pero en el fondo sentía curiosidad por saber que era lo que podría querer Freya.

Así que le pidió a su hija favorita, Aiz, que la acompañara a su reunión con Freya.

-Ara, que mala eres, Loki- Se quejó Freya con un pequeño mohín molesto -Hace tiempo que no nos reunimos tú y yo solas, tan solo quería aprovechar para pasar un rato divertido, ¿qué tiene de malo?-

El Héroe de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora