Capítulo 12

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Los días pasaron, y con esto se cumplió una semana desde la llegada y unión de Theressia a la Familia Vesta.

Desde prácticamente su primer día, Bell fue con ella a diario al Calabozo, donde la joven novicia mejoraba día a día, fortaleciéndose y luchando cada vez mejor contra los monstruos del Calabozo.

Aunque la novicia mayoritariamente se centraba en mejorar su capacidad mágica y en la conjuración de sus Milagros, Bell había decidido además entrenarla en el uso de las armas.

Era importante que la chica tuviera cierto conocimiento sobre el uso de las armas, para poder defenderse en caso de no disponer de su magia.

Su crecimiento era constante y progresivo, y gracias a las luchas constantes en el Calabozo, sumado a su entrenamiento diario, su técnica y estilo de combate mejoraba a pasos agigantados.

Sus puntos débiles, aunque aún presentes, se hacían menos notorios con cada nueva experiencia de combate.

Aún así, Theressia aún dependía de Bell para avanzar más allá del Piso 5, y sería así durante un tiempo...

Pero a pesar de todo, el apoyo de Theressia durante la batalla era crucial, y gracias a ella, sus cacerías eran cada vez más productivas, en cuanto a botines y enemigos diezmados se refería.

Bell, en un principio, pensó que ahora que tenía compañía, y se había hecho algo más fuerte, podría usar esta oportunidad para explorar más allá del Piso 10.

Aún así, descartó al final está idea: Si hubiera estado solo, tal vez se lo habría planteado...

Pero ahora tenía a su cargo a Theressia, así que no podía, como su compañero y superior, exponerla a un riesgo innecesario...

Necesitaba darlo todo de sí misma simplemente para encargarse de los monstruos más débiles de esa zona.

Ir más allá del Piso 10 sería demasiado para ella, teniendo en cuenta su fuerza actual.

Bell tendría que darlo todo de sí para acabar con los monstruos de esos Pisos; es probable que incluso fuera incapaz de proteger a la vez a Theressia...

Por eso, decidió que esperaría a que tanto él como su compañera se hicieran más fuertes para aventurarse en esos Pisos...

O, al menos, esperar también a obtener otros compañeros o miembros para su grupo, para aumentar así su fuerza de ataque...

Actualmente, la Familia Vesta se encontraba en el Piso 10, en cuyo interior resonaba el eco de una intensa batalla.

-¡Bell-san, tienes un imp a tu espalda, acaba con él!- Exclamó Theressia, desde atrás de su barrera mágica, mientras el albino bloqueaba el hacha de un orco, para luego cortar con su espada su cabeza.

-¡Hai, lo tengo!- Dijo el Espartano, girando sobre si mismo para interceptar el ataque del imp que estuvo a punto de atacarlo por retaguardia.

El dúo de aventureros, que estaban llevando a cabo sus últimas matanzas de monstruos del día, fueron sorprendidos por un grupo de Orcos e Imps, más numeroso de lo habitual.

Aún si no eran los bastantes para ser considerados una "Marabunta", eran los suficientes para hacer que Bell y Theressia se tomaran la amenaza como algo serio.

Por ello, Bell se encargó de acabar con los Orcos, atrayendo su atención hacia ellos, mientras Theressia enfrentaba a los monstruos más débiles usando su magia o su espada desde la protección de su escudo mágico, Pia Scutum.

Contra estos veloces monstruos, la velocidad de Theressia a la hora de lanzar sus Milagros jugó un papel crucial, y la sangre de los monstruos bañó el suelo del Calabozo bajo la lluvia de proyectiles de luz que su magia invocaba.

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⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

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